El periodista Fernando García Mongay (@mongay55) está especializado en divulgación de la tecnología y ha colaborado en El País, Muy Interesante, Quo y Diario del AltoAragón, entre otros medios. Considera que “leer es el placer que más tiempo se alarga” y vierte sus opiniones acerca de esta afición tan enriquecedora, sobre todo en formato ebook, a través del blog Sin Tinta. También imparte cursos sobre la edición de libros electrónicos.
¿Te informas a través de la prensa en papel, digital, radio o televisión? ¿Qué te aporta cada soporte?
En la mayoría de las ocasiones, me informo por los medios digitales. Los fines de semana leo más papel.
¿Cuál es el panorama actual del periodismo en España?
En general me parece triste, la verdad. A veces, medio en broma, pregunto a colegas qué periodista español consideran que es una referencia. Por lo general, las respuestas se limitan solo a dos o tres nombres y siempre son los mismos: Enric González, Soledad Gallego-Díaz, etc.
¿Cuáles son las claves para escribir y divulgar acerca de tecnología?
Intentar explicar las cosas de forma que resulten fáciles de leer y entender. Vamos, lo mismo que en periodismo.
¿Cómo crees que se están adaptando los medios tradicionales al trabajo en digital? ¿Hay resistencias a cambiar de rutinas y hábitos anteriores?
Creo que, en general, no se adaptan muy bien. Por ejemplo, la mayoría de los diarios de papel consideran que hay que publicar muchas noticias en Internet y recurren a los “chorros” de agencia. En mi opinión es un error grave. Para leer noticias de agencia que están en todos los sitios no hace falta publicar un periódico.
¿Qué labor están cumpliendo, tanto positiva como negativa, las redes sociales para el mundo del periodismo y de la profesión de periodista?
Las redes han supuesto un gran cambio en la forma de hacer periodismo en todo el planeta. Twitter influye mucho en los periodistas y Facebook es el medio que cada vez emplean más personas para informarse. Cualquier día Facebook se acabará convirtiendo en un periódico.
¿Qué supone para un periodista acostumbrado a la fugacidad de las noticias diarias la escritura de un libro?
Los libros ayudan a que el periodista estire las piernas y dé un paseo más largo que los dos folios diarios.
¿Puede ser la escritura de libros una buena salida profesional para un periodista o sigue siendo más un acto simbólico de amor a la escritura?
En primer lugar, no es fácil publicar un libro. Todavía es más difícil venderlo. Así que los ingresos son pequeños. Los privilegiados que consiguen un adelanto editorial, una costumbre que está desapareciendo en España, obtienen con suerte 3.000 euros. Escribir un libro puede llevar tres o cuatro meses de dedicación exclusiva. No hace falta la calculadora para comprobar que no salen las cuentas.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado en los periodistas que escriben sobre temática periodística o ficción? ¿Reciben interés?
Es curioso porque creo que en España se publican más libros de periodistas extranjeros que de aquí. Tal vez el último éxito de ventas fuera Gay Talese con un libro que escribió hace 30 años o más. Algunos editores me dicen que los libros de periodismo, en general, no funcionan bien en ventas.
Eres editor de Cicero.es, editorial de libros electrónicos de periodismo de largo formato. ¿Es fácil nadar ‘editorialmente’ en un mar enorme custodiado por cuatro peces grandes? ¿De qué manera?
No es fácil. Pero no solo por la competencia de los grandes. En España, dicho de manera cordial, no hay “costumbre” de pagar por leer artículos o crónicas.
¿Qué va a pasar en los próximos años con el libro electrónico y con el papel? ¿Acabará derrocando el primero al segundo?
Se venden menos libros y el ebook no crece a la velocidad que se esperaba. Mi conclusión personal es que Internet está cambiando los hábitos de lectura. Por ejemplo, para saber algo de un tema no hace falta comprar 200 páginas encuadernadas. Con la ficción es distinto.
¿Qué libro sobre periodismo recomendarías?
El libro que más me gusta recomendar de periodismo, aunque creo que es literatura de la buena, es El secreto de Joe Gould, de Joseph Mitchell.