Viajera empedernida y apasionada de la gastronomía, la periodista Marta Hortelano (@MartaHortelano) ejerce su profesión entre las páginas del diario valenciano Las Provincias y las cazuelas y los cocinillas de Monteagud Editores. Hemos charlado con ella sobre política, libros y, cómo no, el arte de ‘llenar el buche’.
¿Qué frases definen mejor lo que significa el periodismo para ti?
Mi manera de vivir. Me siento periodista las 24 horas del día, los 365 días del año. Es una profesión idealizada, pero también una de las más duras e ingratas. Si no eres constante y regular, desapareces. Además, ir siempre a la contra, querer contar lo que nadie quiere que se sepa es muy ingrato, porque no está reconocido. Y, actualmente, tampoco se es periodista por dinero. Por no hablar de que en las actuales circunstancias, se torna incompatible con la vida personal. Toda renuncia es voluntaria, pero es algo que nadie explica en las facultades.
¿Existe esperanza para el buen periodismo a través de los medios nativos digitales o los tradicionales adaptados – o no – al digital ofrecen buenas prácticas periodísticas todavía? ¿Qué queda por hacer en periodismo?
Las nuevas tecnologías han cambiado nuestra manera de hacer periodismo. Ha mejorado la accesibilidad a numerosos contenidos, pero también el intrusismo. Estos días, con los atentados de París, se han dado por buenos rumores y bulos salidos de redes sociales, vídeos ciudadanos etc., que no habían sido contrastados. Los propios periodistas han dado por buenos rumores por la necesidad de contar todo de manera inmediata. Para mí, ese es uno de los principales problemas de hoy en día más allá de lo digital: la inmediatez. El buen periodismo no puede ser inmediato, debe estar trabajado. El periodismo ciudadano tiene piezas sueltas, datos e imágenes, pero la clave está en saber articular todas esas piezas y eso sólo lo puede hacer un profesional. Un día escuché a alguien decir que el periodismo de redes es el de Ikea. Te dan las piezas y tú te montas el mueble para salir del paso.
¿Cuáles son las claves para hacer buen periodismo de un área tan dominado por la informalidad de las redes y de la televisión como es la gastronomía?
El rigor y el respeto por lo que haces, pero también hacia la persona de la que escribes. Puedes admirar a un cocinero por lo que hace, pero no mitificarlo. Los cocineros son personas y hay que divulgar su labor en el campo de la gastronomía, pero no pueden acabar sentando cátedra por lo que piensan o dicen. Sobre todos los temas en general. De ellos me interesa su trabajo, no la faceta de celebrities que algunos han adquirido. En este sentido, el falso periodismo ciudadano de blogs ‘gastronómicos’ y las webs de críticas han denostado mucho la profesión. Cualquiera con un móvil y un blog cree que puede juzgar el trabajo de otra persona. Tan malo es el exceso de crítica como el de halago. Sobre todo porque hay una línea muy delgada entre una crónica y un anuncio publicitario. Quienes hacen los segundos, siempre buscan algo a cambio. Los primeros, simplemente, el afecto. Yo, particularmente, desde mi trabajo en la editorial me dedico a divulgar, a contar lo que los cocineros hacen, pero no a juzgarlos. Disfruto mucho con lo que hago de una manera honesta.
¿Crees que la tendencia actual en la blogosfera del periodismo gastronómico enfocado a lo saludable está ayudando o influyendo en que comamos mejor?
La gente hoy come mejor de lo que lo ha hecho nunca. Se ha perdido el miedo a salir a un restaurante y gastar 30-40 euros por persona, pero no creo que tenga nada que ver con lo saludable. Sino porque la restauración ha evolucionado mucho y se da valor a lo que se cocina. Respecto a la burbuja de lo eco, a la vista está que han proliferado los batidos, licuados, leches de un montón de tipos, semillas, productos ecológicos, etc. Creo que son modas que durarán lo que tarde la siguiente moda en llegar. Si te preocupa la alimentación, siempre buscas los mejores ingredientes y esos se encuentran en los mercados. El problema es que el ritmo de vida nos hace comprar lo que sea a cualquier hora.
¿Cuál es la situación actual del periodismo político en España?
Vive cambios tan acelerados como los del nuevo escenario político. Muchos partidos nuevos que conllevan nuevos temas, nuevas maneras de hacer las cosas. Estamos en constante evolución. Con más actores políticos en escena, también ha cambiado la manera de abordar nuestros temas, ya que hay que consultar a un mayor número de fuentes y los temas dependen cada vez de más actores.
¿Qué opinión te merece el proceso soberanista de Cataluña? ¿Cómo se vive desde la redacción de Las Provincias?
Como periodista me parece un proceso informativo interesante. A diario vivimos el vertiginoso ritmo de información generada en torno al proceso y su posible relación con la Comunitat, que es el área de influencia de nuestro periódico y con cómo afectaría a la Comunitat cualquiera de los escenarios a nivel económico y sociopolítico.
¿Cuál es la fotografía del presente y del futuro que se dibuja en la Comunitat Valenciana con el gobierno tripartito?
El gobierno es actualmente bipartito, con apoyo parlamentario de Podemos en Les Corts. Sin embargo, cualquier iniciativa planteada por el Consell debe recibir ahora el visto bueno de más actores, ya que Les Corts son ahora más plurales que nunca. Hasta la fecha, el Consell ha puesto sólo intenciones sobre la mesa. La falta de recursos económicos lastra cualquier tipo de gran anuncio. Además, la cercanía de las elecciones generales mantiene en la actualidad al gobierno valenciano en una especie de pausa, a la espera de un nuevo interlocutor en Madrid. Será una legislatura difícil.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado a los libros sobre periodismo escritos por periodistas? ¿Reciben interés?
Admiro a los compañeros a los que al llegar a casa aún les quedan ganas de escribir un libro. Pero no soy lectora de libros de periodismo, aunque sí escritos por periodistas. No me interesa la endogamia de leer de mi profesión. Actualmente compagino mi trabajo en el periódico con colaboraciones regulares en Montagud Editores y he aprendido que hay un mundo más allá de las redacciones. El mundo editorial me ha reconciliado con el periodismo. El ritmo aumenta la calidad de las publicaciones. Si me puedo tomar más tiempo para preparar y redactar mis textos, seguro que el lector lo nota. Y claro que hay interés. Si alguien sabe de lo que escribe, ¿por qué no hacerlo en un libro o en una revista?
¿Cuál es el último libro sobre periodismo o escrito por un periodista que has leído y cuál recomendarías?
Slow West, de Vicent Chilet. Lo he leído y lo recomiendo al 100%. ¡Me encanta viajar! Espero también con ansia el que está punto de publicar mi amigo Vicent Molins. Y recomiendo casi a ciegas cualquier libro de Montagud Editores para los que quieran leer de gastronomía. Todo lo que editan está escrito por periodistas. Su último trabajo, Caldos, del valenciano Ricard Camarena, ha conseguido hacer inteligible una nueva técnica de cocina que hasta la fecha sólo estaba en la cabeza del cocinero.