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“El campo periodístico valenciano tiene una salud nefasta”

"Existe esperanza mientras existan profesionales consecuentes con su profesión y quieran recibir del ejercicio algo más que un sueldo. Foto: Prats i Camps
“Existe esperanza mientras existan profesionales consecuentes con su profesión y quieran recibir del ejercicio algo más que un sueldo. Foto: Prats i Camps

Tras el cierre de la radio y la televisión públicas valencianas han surgido en el territorio levantino diversas muestras de lo que muchos sabían, pero que muy pocos se atrevían a decir: que el sometimiento político había dejado un panorama periodístico en los medios audiovisuales bastante deplorable. Una de las últimas analistas en sacarlo a la palestra ha sido Mònica Parrenyo (@monicaparreno), Doctora en Filosofía, especialista en comunicación y autora del libro El camp periodístic valencià. L’estructura mediática i la pràctica dels periodistas. En él se muestra cómo el impacto de la sociedad de la información, la crisis del mercado publicitario y las políticas de comunicación y culturales se convierten en factores clave en la configuración y la pervivencia de los espacios comunicativos. Parrenyo también ha trabajado a caballo entre Barcelona, Madrid y Valencia como gestora cultural y jefe de proyectos en diversas instituciones públicas y privadas y, también, como gerente de la empresa Expert Networking (Cilestis, SL).

¿Cómo definirías el buen periodismo?

El buen periodismo es aquel que no está sometido a ningún poder ni económico ni político. Es un periodismo al servicio de la democracia y cuyos principios son principalmente el seguimiento y cumplimiento de las reglas del campo periodístico con autonomía. En definitiva, el buen periodismo es aquel que ofrece un servicio de calidad a los ciudadanos para que estos puedan formar su propia opinión y desarrollo de capacidad crítica, de forma que ambos, periodistas y ciudadanos, puedan ejercer de vigilantes del poder económico y político.

¿Existe esperanza para el buen periodismo a través de los medios nativos digitales o los tradicionales adaptados – o no – al digital ofrecen buenas prácticas periodísticas todavía?

En primer lugar, sí que existe esperanza mientras existan profesionales consecuentes con su profesión y quieran recibir del ejercicio de su profesión algo más que un sueldo. No creo que sea una utopía la capacidad de hacer buen periodismo al servicio de la sociedad y de la democracia. Es más, pienso que la crisis de los medios tradicionales puede ser de gran ayuda para conseguir este objetivo. Los medios digitales nativos, no todos, sino aquellos que sirven a esos principios de rigor y calidad, tienen más opciones que los tradicionales de ofrecer ese tipo de periodismo que cada día tiene más adeptos. Incluso el uso de las redes sociales para hacer el seguimiento de las noticias permite contrastar noticias de diferentes fuentes y componer una visión de la actualidad bastante más fiable que la que pueda aportar un solo diario o incluso varios de los que perpetúan el modelo más tradicional y que siguen pautas ‘servilistas’ a quien les da de comer, como la publicidad, por ejemplo, ya sea institucional o privada.

¿Qué es importante tener en cuenta o cuáles son los ítems esenciales para desarrollar la estrategia de comunicación de una empresa?

La estrategia de comunicación de una empresa debe ajustar los principios y objetivos de la empresa, es decir, su misión y valores a todas las acciones comunicativas. Un plan de comunicación no debe seguir las modas impuestas por el mercado de la publicidad, pues es posible que caiga en contradicciones. Por otra parte, debe tener en cuenta la coherencia con su misión como empresa y el mercado a quien va dirigido.

¿Qué salud tiene hoy el “campo periodístico valenciano”?

El campo periodístico valenciano tiene una salud nefasta con un 90% de los profesionales de la información en el paro. Aunque sorprendentemente cada año se apuntan nuevos estudiantes a las universidades valencianas donde se imparten estudios de comunicación y periodismo.

¿Cómo percibes la práctica de los profesionales de la información antes y después del cierre de RTVV?

La práctica profesional la estudié antes del cierre de RTVV. En ese momento ya se observaba un decrecimiento de la calidad periodística por un deterioro de la práctica debido a dos causas: la crisis económica, cuya principal consecuencia es la precariedad laboral, y la introducción de las tecnologías de la información y el consecuente cambio en la práctica. Después del cierre de RTVV, y al no haber unos medios locales fuertes con inversión local potente que apuesten por el buen periodismo, ha continuado el descenso de la calidad periodística en todos sus géneros y plataformas de comunicación. Solo algunos medios se salvan de quema.

¿Crees que los valencianos están bien informados hoy de lo que sucede en su entorno en comparación con otras comunidades autónomas?

En absoluto. Teníamos una RTVV completamente manipulada y con niveles de audiencia en los últimos tiempos pésimos, pero teníamos el instrumento que informaba de catástrofes locales, de festejos propios, etc. Y ahora lo que tenemos es un vacío. Somos la única comunidad europea con lengua propia que no tiene medios de comunicación públicos propios, una capacidad de nivel estatutario. En un futuro es posible que esta aberración que ha hecho el PPCV de cerrar el medio público, además de  la historia de malversación y corrupción del ente público durante 20 años, se registre en la historia como un atentado y robo de la capacidad de autonomía del pueblo valenciano. Es el primer paso de una dictadura o de un secuestro de la democracia, como quieras llamarlo.

¿Cuáles son las ideas o reflexiones que te vienen a la cabeza después de haber reposado la escritura de tu libro?

La principal es la confianza depositada en los buenos profesionales de la comunicación y el periodismo que reaparecerán en el campo periodístico con nuevos proyectos cuando la situación económica y política mejore. A su vez, confío en que el respaldo de un gobierno decente (para no pedir más que eso) ayude en la puesta en marcha de proyectos periodísticos ambiciosos profesionalmente, es decir, bajo criterios de alta calidad y rigor y al servicio a la democracia y a la ciudadanía sin olvidar, por supuesto, la autonomía profesional. El primero de ellos debería ser la radio y televisión públicas.

¿Cuál es la situación laboral que les espera a los que hoy estudian Periodismo en las facultades?

Creo que deben pelear por perseguir su objetivo de ser periodistas y formarse laboralmente, si pueden, fuera de aquí para luego volver con experiencia acumulada y revertir sus conocimientos en proyectos locales.

¿Cuál es el panorama actual del sector editorial en el campo de los libros sobre periodismo escritos por periodistas? ¿Reciben interés?

En el sector académico de grado y posgrado y de investigación sí que tienen muy buena acogida.

¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?

El último que he leído es El català a l’espai de comunicació. El procés de normalització de la llengua als mèdia (1976-2013) de Josep Gifreu (2014). Y recomiendo Reset RTVV de Col.lectiu Ricard Blasco, en el que he participado como miembro del colectivo.