Charlamos con la periodista italiana Mariangela Paone, que ha cubierto en profundidad la situación político-social de Grecia y lo ha plasmado recientemente en su libro Las cuatro estaciones de Atenas (Libros del KO, 2014). Actualmente trabaja en el diario digital El Español.
¿Te informas a través de la prensa en papel, digital, radio o televisión?
Un poco de todo: en el coche, la radio; por internet, mucho Twitter y subscripciones a prensa digital, y luego mucha prensa extranjera. Soy muy omnívora.
¿Qué labor están cumpliendo, tanto positiva como negativa, las redes sociales para el mundo del periodismo y de la profesión de periodista?
No soy una entusiasta de Twitter desde siempre, ha sido más reciente. Cuando vas construyendo a la gente que sigues va bien para seguir la pista a las noticias, hacer contactos y conocer más temas de interés en cualquier parte del mundo. También es útil para llegar a gente que de otra manera no podrías.
¿Cuál es el panorama actual del periodismo en Italia?
Está absorbido por la política y se habla de ella de forma algo ligera. Pero ahora empiezan a salir nuevos medios digitales interesantes. El problema también lo tiene la propia profesión, ya que Italia es el único país europeo con colegio profesional de periodistas, que nació para defender nuestro trabajo, pero que no ha servido para garantizar una mejor calidad de la información.
¿Qué diferencias y similitudes encuentras entre el tipo de periodismo que se hace en España e Italia?
No muchas. En España se da más atención a la información internacional.
¿A qué sabe el periodismo comprometido y de denuncia italiano?
No puede haber periodismo no comprometido y me da rabia que haya que hablar de compromiso, porque es una reiteración: una cosa va unida a la otra.
El pasado año publicaste Las cuatro estaciones de Atenas con Libros del KO. Con la situación tumultuosa que se vive política y socialmente en Grecia en la actualidad. ¿Cuál es el futuro próximo que le espera al país heleno?
Espero que a Grecia le deparen meses de estabilidad. Las elecciones y la nueva victoria de Tsipras han demostrado que los griegos quieren la calma tras la incertidumbre y la angustia de estos años. Aun así, les esperan unos duros recortes, aunque la gente no los quiere asumir.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado en los libros sobre periodismo o escritos por periodistas? ¿Reciben interés?
La gente quiere leer buenas historias. Está bien acudir a obras que no tratan la actualidad más inmediata. Así podemos salir de la hiperinformación en la que nos encontramos, con tanto ruido. Hacen falta lecturas calmadas, contextualizadas, que ayuden a digerir mejor la actualidad. Por ejemplo, dos años después de publicar mi libro, el tema sigue de actualidad y es interesante que la obra quede ahí, cuente lo que pasó y no quede como algo anecdótico. La literatura de no ficción ayuda a que no nos olvidemos de las cosas que pasan en el mundo y se pueda encajar lo que pasará en el futuro gracias a su estudio.
¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?
Limònov, de Emmanuel Carrère, y HHhH, de Laurent Binet, una gran investigación sobre el intento de asesinato de Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo durante el Tercer Reich.