Si la buscamos por Internet la podremos encontrar presentando el programa de moda y sociedad ¡Holala! de Hola TV desde Miami. Pero Irene Sánchez (@iresanmar) lleva a sus espaldas la experiencia de haber pasado por soportes tan variopintos como la radio, la agencia de noticias, la prensa y la televisión. Ya sea informando sobre mítines para Kiss FM, cubriendo la Paris Fashion Week para Associated Press o como corresponsal en Bruselas y Estrasburgo para los informativos de Intereconomía, pero lo cierto es que esta todoterreno del periodismo no necesita demostrar que no es solo una cara bonita como conductora de tendencias y que sabe aportar calidad periodística a sus contenidos desde el valor y la profesionalidad.
¿Cómo definirías el buen periodismo?
Consiste en informar, formar y entretener al lector, oyente y espectador de forma responsable. Puesto que la verdad como tal es inabarcable desde un solo ángulo -para una sola persona-, el buen periodista debe estar muy bien formado y ser curioso para nunca abandonar su aprendizaje, guiarse de múltiples fuentes y estar comprometido con el otro. Esta última es la clave: para llevar a cabo todo lo anterior, el buen periodista debe ser consciente de que su trabajo está ligado a la obligación que tiene para con la sociedad y que debe estar en constante comunicación con ella.
¿Existe esperanza para el buen periodismo a través de los medios nativos digitales o los tradicionales adaptados – o no – al digital ofrecen buenas prácticas periodísticas todavía? ¿Qué queda por hacer en periodismo?
Sí existe esperanza, dado que el buen periodismo se crea a raíz de los buenos periodistas, esto es, a partir de individuos que desean informar de lo que ocurre con veracidad independientemente del medio en el que lo hagan. Claramente la era digital ha introducido innumerables plataformas de comunicación a través de las que se ha exacerbado el ya existente problema del intrusismo laboral; blogs, foros y páginas web que ofrecen enormes cantidades de información, pero que, a diferencia del buen periodista, no tienen como objetivo principal, y menos como deber constitucional, formar al otro. No obstante, queda mucho por hacer en tanto en cuanto el ciudadano, a pesar de estar completamente sumergido en las nuevas tecnologías, sigue valorando a pesar de todo un producto de calidad. Esto solo puede lograrse cuando el periodismo se hace desde el rigor, el amor a la profesión y la dedicación, virtudes sin duda presentes en buena parte de las nuevas generaciones de líderes de la comunicación.
¿De qué manera trabajáis desde Corresponsales de Paz (@C_dPaz) por mejorar la práctica de la comunicación social en España?
Corresponsales de Paz es una red de antiguos alumnos de la facultad de comunicación de la universidad Francisco de Vitoria que tiene como misión la mejora de la práctica periodística a todos los niveles pero, precisamente, empezando por uno mismo. Se centra en la importancia del desarrollo pleno del ser humano, en su faceta profesional, pero también en la personal. La paz que buscamos y que tanta falta hace en el mundo y en el ambiente laboral comienza con el esfuerzo y voluntad de la persona. “La paz es el camino”, como decía Ghandi.
Has pasado por prensa, radio, agencia de noticias y televisión. ¿Qué te ha aportado cada uno de estos medios de comunicación en tu bagaje periodístico?
La radio me permitió ser consciente de que el periodista lo es 24 horas: en la noche nos llegan las noticias del exterior y el fin de semana la política (mítines, manifestaciones, elecciones…) llega más al nivel de actualidad que de lo que acontece de lunes a viernes. El periodista debe estar alerta siempre de lo que ocurre. Con la radio aprendí, además, cómo acercarme al ciudadano como profesional. Es el medio más cálido y el que llega con más inmediatez al oyente. En el diario La Razón desarrollé mi nivel de escritura, aprendí a ser directa, a informar con rigor y a cumplir con la ley no escrita de “las tres fuentes”. Me dediqué a sociedad, medio ambiente y salud, por lo que desarrollé mi capacidad para escribir sobre temas sobre los que no se habían centrado tanto mis estudios. Fue una experiencia enriquecedora que permitió saciarse a mi pasión innata por escribir. Gracias a Associated Press comprendí que el buen periodismo es universal. Trabajé en su sede de París, donde los idiomas de trabajo eran el inglés y el francés, pero donde las ruedas de prensa de Sarkozy o los artículos sobre la Paris Fashion Week que allí grabábamos y enviábamos al resto del mundo, eran las mismas que recibíamos en España: esto es algo que sabemos en teoría, pero que es maravilloso comprobar en persona. La televisión, gracias a Intereconomía, me enseñó qué es ser una periodista integral. El periodista de hoy debe ser un todoterreno que acepte las oportunidades que el trabajo le pone por delante, debe saber sacarles jugo y disfrutar de ellas, puesto que todo lo aprendido sirve para los pasos posteriores.
Actualmente presentas el espacio Holala en Hola TV desde Estados Unidos, ¿qué diferencias a nivel periodístico encuentras entre los espacios de moda y de tendencias en España y en este país norteamericano?
La moda ha formado parte de mi trabajo en varias ocasiones de mi vida, si bien no es el campo exclusivo en el que me especializo. En Francia cubrí in situ la Paris Fashion Week, el epicentro de las tendencias, y al trabajar en agencia de prensa únicamente enviábamos el material con una descripción estricta de los desfiles y entrevistas a los diseñadores. En Intereconomía recibíamos ese material crudo que posteriormente editábamos como pieza de informativo. La diferencia que encuentro con Hola TV (Miami) es que el desarrollo de este tipo de noticias en este canal es más exhaustivo que en un noticiero por la propia entidad de la marca, pero no he encontrado una diferencia relevante en el tratamiento de la moda en Estados Unidos con respecto a Europa, más bien depende, desde mi punto de vista, del tipo de canal o programa en el que se emita el contenido.
¿Cuáles son los momentos concretos más especiales o importantes que has vivido en tu carrera profesional y cuáles desearías o te hubiera gustado vivir?
He vivido momentos irrepetibles en mis entrevistas a Irene Villa y Alfredo di Stefano para La Razón, pues me dieron dos grandes lecciones de vida. La oportunidad de trabajar en Associated Press en mi año de Erasmus en París siempre va en mi corazón. Los viajes como corresponsal a Bruselas y Estrasburgo para las elecciones del Parlamento Europeo son dos experiencias que me forjaron como profesional y que me abrieron las puertas del mercado de Estados Unidos. Me gustaría que mi profesión evolucionara en este país, donde las posibilidades, si uno trabaja duro, son inimaginables. Entrevistar a un presidente americano en un programa como el de Oprah o cubrir unas elecciones americanas desde la Casa Blanca son dos de los sueños que me gustaría tener la suerte de ver cumplidos.
¿Qué comparten un buen artículo sobre política y otro sobre moda?
La buena información, la comunicación al fin y al cabo, no entiende de secciones, de medios de comunicación o de plataformas mediáticas. Un buen artículo, sin importar que sea deportivo, de estilo o de salud, debe estar contrastado, ser fiable, estar bien escrito y ser atrayente para su lector, que es el verdadero protagonista en la cabeza del que redacta.
Con el auge de la blogosfera en el ámbito de la moda en los últimos años, ¿crees que en España se está haciendo un buen trabajo periodístico sobre esta materia o se ha llevado demasiado hacia la anécdota o el cotilleo que gira entorno a ella?
La moda es un sector complicado en tanto en cuanto describir lo que uno ve en las pasarelas o en la calle es fácil, pero no lo es no opinar al respecto o mantener una mirada puramente objetiva. Los blogs de moda y tendencias son en general blogs de opinión, en los que se suele destacar lo que el periodista-bloguero cree que rompe moldes, queda bien o es la prenda de temporada. La opinión es un género periodístico totalmente aceptado y muy valioso en la profesión, si bien debe utilizarse correctamente. Existen numerosos blogs españoles que tratan la moda con seriedad pero muchos otros derivan efectivamente en la anécdota por su línea editorial o porque creen que les da mejores resultados de ventas. Lo mismo ocurre con la política o el deporte cuando se tratan de manera amarillista.
¿Cuáles son las principales características que debe tener un/una presentador/a de televisión para que se le valore por encima de la imagen?
Esta es afortunadamente una profesión en la que pronto se demuestra si eres solo una cara bonita o si vales para ello. No hay trampa ni cartón. Si uno es avispado, trabajador y apasionado, eso se le ve desde el primer minuto en que entra a una redacción. El físico ayuda mucho en la televisión y es cierto que abre muchas puertas, pero siempre ligado a la inteligencia.
¿Cuál es el último libro escrito por un periodista que has leído y que recomendarías?
Cuando falleció el año pasado Gabriel García Márquez volví a leer las obras maestras del escritor y periodista colombiano. El último libro suyo que leí fue Cien años de Soledad. En cuanto a escritos puramente periodísticos me gusta recurrir a un habitual en mis estudios universitarios, Ryszard Kapuściński. Me cautivó Los cínicos no sirven para este oficio, cuyo contenido va ligado a muchos de los puntos de esta entrevista.