Charlamos en modo exprés con el periodista valenciano Gustavo Clemente (@gustavoclement), que “dispara” información y profesionalidad desde los frentes de la prensa y la televisión con un tono sagaz e irónico que cautiva a sus lectores y espectadores.
¿Es necesaria la vocación para que una persona decida enfrascarse en este terreno laboral tan complicado?
Los periodistas somos como las madres y las putas: hacemos casi de todo a cambio de muy poco. Pero somos de puta madre.
¿Te informas a través de la prensa diaria o en casa del herrero cuchillo de palo?
Procuro leer y escuchar todo lo que puedo.
¿Cuáles son las claves para llevar adelante la conducción de un programa de televisión sin morir en el intento?
Paciencia, experiencia, benevolencia y una corbata llamativa. Pero, sobre todo, experiencia, perdóname que insista.
¿Crees que el periodismo deportivo podría existir sin la subjetividad, las coletillas, frases hechas y vicios más o menos aceptados que practican muchos de sus periodistas bandera?
El periodismo deportivo es el Sálvame de la información. Es necesario y mayoritario. Hay que convivir con él porque financia un porcentaje alto del resto de programas.
¿Qué requiere un buen periodismo deportivo en la prensa?
Análisis imparcial y original, fuera del control de los jefes de prensa. Mayor contacto directo con los protagonistas también.
¿Cuál es la situación actual del periodismo político en España?
Los periodistas políticos son como los jinetes: sin un buen caballo sobre el que trotar, no son nada. Valen lo que vale el medio en que aparecen.
¿Cuál es la fotografía del presente y del futuro que se dibuja en la Comunitat Valenciana con el gobierno tripartito?
El tripartito es el politiqueo corporativista. Una forma de ayudarse entre ellos porque son muchos y caben pocos.
¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?
El fin de una era, del maestro Iñaki Gabilondo. Recomendaría ese mismo, además de Grandes disgustos de la Historia de España, de Gomaespuma.