La periodista Angie Rigueiro (@AngieRigueiro) está acostumbrada a desarrollar su profesión a través del micrófono y de la cámara como reportera para Antena 3 noticias, tarea que compagina con la docencia en la Universidad Francisco de Vitoria y con la dirección de Mirada 21 Televisión. También ha pasado por lasemana.es, Onda Cero, Telecinco Sport, CNN USA, CNN en Español y CNN radio. Pero nosotros le ponemos en el brete de hablar sobre periodismo y sobre el trabajo de periodista – sin speeches ni nada – para nutrirnos de su experiencia y de sus reflexiones.
¿Qué palabras o conceptos definen el buen periodismo?
Para mí el buen periodista es el que está formado, sabe de lo que habla y domina la información. Yo siempre trato de trabajar con honestidad, veracidad y contrastando y confirmando los datos, además de mantener la mayor imparcialidad posible o, al menos, eso intento.
¿Qué han supuesto Internet, las redes sociales y la aparición de medios nativos digitales para la evolución del periodismo y de la profesión de periodista?
Muchos siguen diciendo que Internet es el futuro y yo siempre digo que, hace muchos años, la red se convirtió en el presente de nuestro día a día. Las redes sociales lo han cambiado todo. Han ofrecido al periodismo una instantaneidad que antes no tenía, pero tal vez hemos perdido en rigurosidad. Ahora lo importante es publicar rápido, no vaya a ser que seamos los únicos en no dar la noticia y la competencia sí lo haga. Y en esa carrera, muchas veces, se pierde por el camino contrastar con varias fuentes, asegurarnos que la información es fidedigna. Pero creo que Internet tiene muchos puntos positivos. A veces tenemos imágenes o informaciones de personas que han estado en un bombardeo, en una manifestación, en un altercado, que no siempre podemos tener de la mano de un periodista. Y eso enriquece la información. Pero eso sí, soy de las que me gusta diferenciar mucho entre lo que es ser periodista, y el denominado “periodismo ciudadano”. La imagen de una persona que pasaba por allí y la sube a Twitter, por ejemplo, nos puede decir qué ha pasado, pero nuestra labor como periodistas es explicar el por qué de la información. Debemos ir más allá y ser los que ofrezcamos a la sociedad el análisis de la realidad. Creo que ahora más que nunca debemos de diferenciarnos en eso, respecto a lo que podemos encontrar en Internet.
¿Crees que es más complicado explicar a tus alumnos universitarios lo que es buen periodismo o practicarlo en tu trabajo?
Explicarlo siempre me resulta más fácil. La teoría la tengo muy clara desde que estudiaba en la universidad. Llevarlo a la práctica es el verdadero deber del periodista y a veces cuesta. Pero yo siempre, en cada una de mis informaciones, trato de ser rigurosa, estar lo más formada posible para explicar bien la noticia con un contexto que se entienda y soy bastante maniática con el dato. Hay que contrastar, aunque a veces las prisas te lo pongan difícil. Además, trato de ofrecer, por ejemplo en fin de semana, reportajes que creo que pueden interesar al espectador. Trato de aportar algo, aunque sea mínimo. Eso me reconforta como profesional. Hay días que pienso “hoy ha merecido la pena porque he dado voz a personas que se lo merecían”.
¿De qué manera trabajáis desde Corresponsales de Paz y Mirada 21 TV por mejorar la calidad del periodismo y por la formación de los alumnos de Periodismo de la UFV?
Mirada 21 TV ha sido uno de los proyectos más bonitos en los que he trabajado. Sacar una televisión universitaria adelante, con 50 alumnos, coordinarlos, tratar de formarlos para que salgan lo mejor posible al mundo laboral ha sido un reto para mí y un regalo. Siempre digo que he hecho un Máster en liderazgo, no sé si con nota o no, pero he dado el cien por cien. El objetivo es que los alumnos de la UFV salgan ya sabiendo hacer piezas audiovisuales, directos y que también tengan una formación humana. Desde Correspondales de Paz, una asociación que hemos formado antiguos alumnos de la UFV, creemos en el buen periodismo y creemos en la necesidad de trabajar en ello. Soy de las que sigue creyendo en esas palabras de Kapuściński sobre que el “buen periodista tiene que ser buena persona”. Trato de transmitir eso a mis alumnos. Cooperando entre todos, el resultando individual aumenta, compitiendo no.
Te has especializado, sobre todo, en el trabajo en soporte televisivo. ¿Qué puntos clave tiene la televisión que la diferencian a nivel periodístico y de calidad de los demás soportes comunicacionales?
La televisión es muy completa. Ofrecemos imagen, sonido e información escrita. Para ser un buen periodista televisivo tienes que saber comunicar delante de una cámara, la voz es el otro 50% de la noticia y, por supuesto, escribir bien para que se entienda la información. Pero no tenemos tanta inmediatez como tiene la radio ni profundizamos tanto como la prensa.
¿Qué se debe tener en cuenta para dar una información en directo clara y de calidad?
En directo hay que dominar muchísimo la información para poder transmitirla correctamente y explicarla de manera natural. Cuando cubro cualquier noticia me empapo al máximo de lo que está ocurriendo para luego poder contarlo de manera ordenada y clara. Que se entienda. Si dominas lo que estás diciendo, el directo sale bien.
¿Alguna vez tuviste miedo al micrófono?
La verdad es que siempre he sido muy atrevida y nunca he tenido miedo a ponerme delante de una cámara. Soy una persona a la que le gusta mucho hablar, así que con todas las horas a lo largo del día que hablo, 30 segundos de directo no deben suponerme nada. A mis alumnos siempre les digo que relativicen. Si controlan la información nada tiene por qué ir mal en el directo.
¿Cuáles son los momentos concretos más especiales o importantes que has vivido como reportera y cuáles desearías vivir o te hubiera gustado vivir?
La muerte de Adolfo Suárez me marcó bastante. Durante todo el fin de semana estuvimos pendientes y de guardia. Estuve en la clínica para hacer los vídeos sobre su estado de salud y la verdad que fue una experiencia periodística interesante. Pero la verdad es que han sido muchas las coberturas que me han marcado y me he sentido privilegiada por estar ahí, al filo de la noticia como se suele decir. Aunque espero que mi carrera no haya hecho nada más que empezar y pueda seguir sumando anécdotas y momentos especiales. Me encantaría cubrir informaciones en países árabes. Me estoy especializando con mi doctorado en terrorismo islámico, así que todo lo que pasa allí me llama la atención. Yo creo que si tengo que elegir una noticia, la que más me gustaría dar es la paz entre judíos y palestinos. He estado varias veces en Israel y siempre me han interesado mucho las raíces del conflicto.
¿Crees que la imagen sigue siendo hoy en día un punto a considerar y un complemento de la profesionalidad para trabajar delante de la cámara?
El secreto en televisión es comunicar. Conozco chicos y chicas guapísimos que no comunican y no me dicen nada y, al contrario, personas que me lo dicen todo aunque su imagen no sea espectacular. Creo que el secreto es comunicar y comerte la cámara, y en eso la imagen es un complemento, pero no es lo decisivo. Además, creo que sigue habiendo machismo. En el caso de los hombres da igual si es guapo o no. Nadie duda que está ahí por su profesionalidad. A las mujeres a las que les acompaña su imagen tienen que seguir aguantando que se ponga en duda si han llegado hasta allí por su físico o no. Pero creo que a lo largo de los años a quien es profesional y periodista de raza se le nota y a quien no, también.
¿Cuál es el último libro escrito por un periodista que has leído y que recomendarías?
Me encanta leer. Soy de las que puedo estar tardes enteras leyendo. Además, la tesis me exige estar haciéndolo continuamente. El último libro escrito por un periodista que me he leído ha sido el del reportero de la BBC tiroteado por Al Qaeda, Frank Gardner, Sangre y Arena. Me encantó. Es un crack. Yo le veo mucho por la BBC y cuando me leí su historia me quedé maravillada. Además, te ofrece las claves para entender el origen de Al Qaeda. Es una delicia de libro.