El periodista y antropólogo Miquel Pellicer (@mik1977) ha crecido profesionalmente en los medios de comunicación locales, entre historias que obligan a pisar la calle para tomar fuentes y contrastar informaciones. Actualmente está especializado en periodismo digital, convergencia tecnológica, redes sociales, deportes, el FC Barcelona y distribución de contenidos. Es coautor de Optimismo para periodistas y prepara la publicación de su segundo libro.
¿Se queda con la lectura en tableta o móvil o prefiere el papel? ¿Qué le aporta cada soporte?
El periódico de papel como placer indiscutible para el desayuno del fin de semana. Un buen café, unas tostadas y un periódico, por favor. Bueno, creo que más allá de este pequeño placer personal me gusta el periodismo bien hecho, sea en el formato que sea. Ahora tenemos muchas herramientas para poder hacer buen periodismo. Compagino la lectura con dispositivos móviles como el Smartphone o la Tablet con la lectura de revistas y periódicos en papel. Pero el presente está claro que es móvil y tenemos que adaptarnos a las formas de lectura de los lectores y usuarios. Aún pensamos demasiado en hacer webs pensando en desktop sin tener en cuenta los dispositivos móviles. Hay que pensar más en las formas de consumo de los lectores.
¿Cuál es el panorama actual de la prensa en papel en España? ¿Acabará muriendo como se pronosticó hace años?
No he creído nunca en la muerte de la prensa. Obviamente hay una selección natural y una evolución dentro del ecosistema de los medios. Hay medios que se han quedado por el camino y aún quedan otros que tendrán dificultades. Pero lo cierto es que hay muchos medios que aún no están interpretando los indicios: ni escuchan suficiente, ni conocen a sus lectores, ni quieren apostar por la innovación y desarrollo. Creo que hay que seguir un método científico: ensayo y error. Y, para ello, hay que ser valiente. A menudo pongo como metáfora el hecho de que muchos medios son como un coche que va por una autopista que acaba en un desfiladero y que siguen avanzando creyendo que en el último momento algo les hará volar para no caer.
¿Goza de buena salud el periodismo deportivo en este país? ¿Sería lo mismo sin la opinión y las coletillas que lo caracterizan sobre todo en radio y televisión?
Siempre he dicho que no me considero un periodista deportivo. He compaginado muchos géneros y disciplinas dentro del periodismo para considerarme sólo un tipo de deportes, a pesar de mi currículo. No obstante, sin ser proteccionista, considero que se le achaca al periodismo deportivo malos hábitos que son comunes a toda la profesión: no contrastación, excesivo uso de la opinión y del amiguismo con las fuentes de información, sensacionalismo, etcétera. Actualmente en España encuentro malas prácticas en todo tipo de periodismo, sea deportivo, cultural, económico, político o tecnológico. ¿Cuántos titulares encontramos aún con el verbo ‘podría’? Hay que contrastar más y tirar menos de tertulianos, en general.
¿Qué aprendió trabajando en los medios locales y cómo le ayudó esta experiencia en su crecimiento como periodista?
Aprendí sobre todo a conocer todos los papeles de la obra: maquetador, diseño gráfico, fotografía, finanzas y, obviamente, a trabajar en la calle. Es fundamental pisar la calle y encontrar las fuentes en vivo y no a través de teletipos. En los medios locales de Barcelona unos cuantos aprendimos a crear medios de comunicación desde cero. Ahí tienes que aprender en poco tiempo cómo puedes ganar dinero para hacer rentable un medio de comunicación. Y es muy duro, aunque aprendas mucho. Lo cierto es que cada experiencia en los medios locales me ha servido para después trasladarlo en mi salto profesional a medios de comunicación nacionales o internacionales. Y es que creo mucho en el concepto GloCal: ser global pensando en públicos locales, convirtiendo el trabajo del periodista en una labor al servicio de la comunidad.
¿De qué manera le ha servido su formación como antropólogo en su trabajo periodístico?
Cuando acabé periodismo tenía claro que debía completar mis conocimientos para intentar entender el mundo en el que vivimos. La antropología tiene mucho de esto. Conocer las formas de vida y tener herramientas para estudiar la sociedad desde muchos puntos de vista. En antropología leí muchos libros sobre tribus africanas y estudios sobre formas de vida de muchas partes del mundo. Las redes sociales, actualmente, son esas tribus y un lugar en el que estudias muchas formas de vida y comportamientos humanos.
¿Qué le supone la blogosfera al trabajo como periodista y al periodismo? ¿Solo un soporte más o una nueva manera de enfocar la profesión?
Una vez leí que en el periódico The Guardian no aceptan estudiantes en prácticas que no tengan un blog y que trabajen una buena reputación digital. Cuando tengo que aceptar diferentes candidatos para una beca en mi trabajo siempre pregunto sobre qué uso hacen de las redes sociales y si tienen blog o escriben en otros medios. Cuando pregunto a alguien si tiene blog a veces me encuentro con la respuesta “no, es que no tengo tiempo”. Vaya, pienso, entonces “¿cuándo van a tener tiempo?”. Un blog es una forma de investigar, de aprender, de emprender, de buscarte la vida y tener inquietudes. Un periodista debe ser ante todo un tipo curioso. Escribir un blog te permite entender que hay gente muy buena que no es periodista, pero que explica muy buenas historias. Si a The Huffington Post la blogosfera le ha permitido ser el medio de comunicación que es ahora, ¿por qué no apoyarnos en personas que cuentan buenas historias? En mi caso, gracias a MiquelPellicer.com, surgieron unos artículos con mi amiga y colega de profesión Marta Franco que con el tiempo fueron el embrión del libro Optimismo para periodistas, que publicamos conjuntamente en la Editorial UOC.
¿Qué le parece el trabajo periodístico que se realiza actualmente a través de medios nativos digitales y de redes sociales en España? ¿Qué domina en la red?
Ni los medios de comunicación más tradicionales ni los nativos digitales dominan la red. La red es de los usuarios. Hay que entender que por mucha marca que tengamos o mucha cabecera solo somos parte más de la inmensa red de interrelaciones humanas que cada día se conectan a las redes sociales. Aquí los medios de comunicación deben trabajar con humildad y ser capaces de ser útiles a los ciudadanos. Creo que el periodismo debe ser, en parte, periodismo de servicios, para ayudar y ser útil a la gente. A nivel general, creo que están surgiendo y surgirán nuevas iniciativas como Jot Down, El Español, Crític, bez o ElDiario.es, que van a hacer que los medios más consolidados deban salir de su zona de confort para arriesgarse más y hacer un periodismo más valiente. Eso sí, que nadie piense que por ser nativo tiene el cielo ganado. El pan te lo debes ganar en el día a día.
¿Es la profesión de social media o de community manager una buena alternativa para los periodistas de hoy que ya no tienen cabida en medios de comunicación tradicionales?
Las redes sociales deben ser parte básica del aprendizaje de los periodistas de hoy en día. Está claro que hay gente que se ha reconvertido y ha potenciado más este perfil social. No obstante, si me permites, creo que no hay que jugarlo todo a esta única carta. Hablemos de periodismo de marca, también, por ejemplo. En general creo que los periodistas tenemos muchas cosas que decir en los perfiles de community manager, pero también en el caso del marketing de contenidos.
Haciendo referencia a su último libro. ¿Cuáles son las claves para tornar hacia el optimismo a un periodista actual que navega entre la crisis económica y la de la profesión?
En Optimismo para Periodistas hemos querido romper el círculo vicioso que hay en este contexto de crisis de identidad, crisis económica y crisis de credibilidad de los medios y los periodistas. Hace unos días leí una frase que me hizo pensar en lo que debe hacer un periodista: “Sueña en grande, actúa en pequeño, empieza ahora”. En tiempos de crisis hay lugar para arriesgarse y buscar nuevos objetivos. Hay que actuar y no dejarse arrastrar por los momentos de pesimismo. Claro, nos los podemos permitir. Yo a veces me pongo de mala leche leyendo algunas portadas de periódico o escuchando algunas noticias. No podemos tomarle más el pelo a la gente con algunas líneas editoriales, porque todo el mundo tenemos nuestras tendencias políticas o ideológicas, pera ante todo debe haber honestidad y profesionalidad y no podemos seguir engañando a la gente con según que contenidos. Más allá de esto, lo cierto es que viendo lo que hay en el mercado, debemos ser capaces de encontrar soluciones. Y obviamente hay que actuar. Constancia, trabajo, profesionalidad, innovación y experimentación deben ser el pan de cada día de los periodistas.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado en los libros sobre periodismo escritos por periodista? ¿Reciben interés?
Lo cierto es que soy novato en el mundo editorial. Optimismo para periodistas es mi primer libro y ha sido una buena forma de experimentar en cuanto a formas de difusión y promoción. Ha sido una experiencia muy divertida y muy útil y estamos muy contentos. Lo cierto es que hay una oferta muy amplia de libros sobre comunicación en general y abrirte paso entre otras obras no es nada fácil. No obstante, hemos recibido mucho interés, consejo y buenas críticas tanto de los lectores españoles como los de América Latina, donde hay lectores muy interesados sobre lo que se hace en España. En mi caso particular, estoy en proceso de trabajar para la publicación de mi segundo libro a través de la experiencia y la conjunción de los ámbitos del periodismo, las redes sociales y el marketing de contenidos. Hay suficiente interés y creo que puedo aportar una visión más completa en unos ámbitos que evolucionan de forma muy rápida.
¿Cuál es el último libro sobre periodismo o comunicación que ha leído y cuál recomendaría?
Permitidme que os remita a un reciente artículo que he publicado sobre libros de comunicación para leer este verano. Ciertamente se me hace muy difícil elegir entre libros tan buenos y que, en muchos casos, son colegas de profesión y amigos, aunque debo reconocer que soy muy ‘creyente’ del trabajo de Jeff Jarvis y El fin de los medios de comunicación de masas me parece un libro a tener muy en cuenta y que deberían leer todos los directores de medios de comunicación.