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“La mirada del periodista debe pretender ser inocente”

"Es necesario huir de ideologías y apostar por los que cuentan las cosas sin contaminar"
“Es necesario huir de ideologías y apostar por los que cuentan las cosas sin contaminar”

Redactor, maquetista, diseñador, social media, community manager, formador de portavoces. Siempre en continuo reciclaje. Así se define el periodista multimedia Francisco L. Bautista (@pacobautista), muy activo en redes y ‘capitán’ del blog franmagacine.com, con el que hemos charlado sobre periodismo, nuevas tecnologías y libros, muchos libros.

¿Has migrado a la lectura de prensa a través de la tableta o del móvil o todavía eres de los que (simbólicamente) se pringan las yemas de los dedos pasando páginas de papel?
Una opción no excluye la otra. Personalmente, leo en todo tipo de formatos, si bien, cada día se impone más el formato digital al crecer la oferta y diversidad de contenidos. Algunos medios de comunicación tradicionales han encontrado en las ediciones cuidadas con cierto estilo artístico un target de lectores muy exigentes que se mueven con naturalidad entre este tipo de ofertas periodísticas.

¿Cómo definirías el buen periodismo?
El que busca lo diferente. Un punto de vista distinto. Siempre analítico y crítico. Por supuesto, independiente y distante de posibles influencias doctrinales. En búsqueda constante de posibles puntos de interés que no han sido localizados ni difundidos con anterioridad y que pueden resultar de interés para la sociedad. La mirada del periodista debe pretender ser inocente. No acostumbrarse a la crudeza de algunas situaciones para poder analizar los datos con similar carga sensorial a la que puedan tener los posibles receptores de la información.

¿Existe esperanza para el buen periodismo a través de los medios nativos digitales o los tradicionales adaptados – o no – al digital ofrecen buenas prácticas periodísticas todavía?
El buen periodismo está ahí. Hay que saber buscar. Es necesario huir de ideologías y apostar por los que cuentan las cosas sin contaminar. Es posible tanto en los medios digitales como en los tradicionales. Las opiniones independientes son posibles cuando no hay presiones y se puede trabajar con total libertad creativa.

¿Se hace actualmente un buen trabajo periodístico a través de las redes sociales? ¿Qué crees que domina las redes a nivel periodístico?

Hay buenas prácticas en todos los ámbitos. El mayor problema es la saturación de información y, en ocasiones, la ausencia de principios básicos como contrastar datos o consultar más fuentes, en el afán por querer ser el primero en dar una supuesta primicia. Lo que te encuentras en las redes sociales no es muy distinto de lo que te encuentras en otros ámbitos. Es cierto que ahora cualquier periodista puede tener su blog donde dar salida de primera mano a las noticias que consigue, pero también se está produciendo un sobre exceso de información que, a veces, resulta difícil de filtrar.
¿Qué cualidades debe presentar ese buen trabajo periodístico en las redes?
Las cualidades tienen que ver con la capacidad de sintetizar y extraer los datos más relevantes para ofrecer flashes informativos que ofrezcan los datos fundamentales en un golpe de vista, tratando de no abrumar con textos muy largos que no son precisamente cómodos de leer en una pantalla de pequeñas dimensiones. La mayoría de las personas que buscan información en Internet quieren hacerse una idea clara de lo sucedido rápidamente sin tener que esperar al tercer párrafo para entender de qué se le está hablando.

¿Qué opinas acerca de que el periodismo cultural no ocupe la misma cantidad de páginas ni las de mayor relevancia en los medios generalistas?
Es un tema complejo. Se supone que los grandes medios ofrecen a sus lectores lo que éstos demandan. Si las páginas de los periódicos, los telediarios y las webs de información general dan mayor relevancia al fútbol o a la política, es debido a que creen que es lo que su público demanda.
No obstante, hay personas con gustos e inquietudes más diversas en todas las sociedades. En los países donde la población mayoritaria tiene un nivel cultural alto, los contenidos relativos a las artes ocupan una mayor relevancia en sus medios de comunicación.

¿Es fácil conciliar el trabajo como periodista con el gusto por el cine, la música y el arte? ¿De qué manera lo consigues?
Hay profesionales afortunados que consiguen llevar estos temas en los medios para los que trabajan. En mi caso, ocasionalmente, puedo abordar estos temas tangencialmente en algunos de los reportajes que realizo. En cualquier caso, lo identifico más con el ocio. Hay que buscar siempre algo de tiempo para acercarse a un teatro, un museo o un cine, y disfrutar de las creaciones de personas que han puesto lo mejor de sí mismos en una pieza musical, una buena película o una obra de arte.

¿Qué te aporta la escritura de cuentos de ficción frente a la periodística?
Evasión. Imaginación. Creatividad. La ficción es el contrapunto del periodismo y, tal vez, por ese motivo, el profesional de la comunicación puede aprender mucho de ella.

¿Cuál es el panorama actual del sector editorial en el campo de los libros escritos por periodistas? ¿Reciben interés?
Creo que hemos pasado de un periodo en el que nadie hablaba de la profesión a otro en el que no se deja de hablar de ello. Desde luego, es mejor que se hable mucho a que no se trate en absoluto, pero quizás no estén debatiendo lo que tendríamos que escuchar. Y, por otro lado, hay demasiado ruido de fondo, con intereses poco claros.

¿Qué libros periodísticos recomiendas?

Entrevista con la historia de Oriana Fallaci, Los elementos del periodismo de Bill Kovach y Tom Rosenstiel, La prensa sin Gutenberg de Jean Francois Foge y Bruno Patiño, Periodismo 2.0 de Mark Briggs, Los cínicos no sirven para este oficio de Ryszard Kapuscinski, La Galaxia Gutenberg de Marshall McLuhan, El nuevo periodismo de Tom Wolfe, A sangre fría de Truman Capote, Todos los hombres del presidente de Carl Bernstein y Bob Woodward y Gabo, periodista de la FNPI.