Jesús Barcos (@elultramarinos), consultor de comunicación corporativa en B2 Comunicación (@b2comunicacion), entiende el arte de transmitir información a través de contenidos enriquecedores y valor añadido, sin vender humo. Lo que sí vende es el resultado de su faceta como escritor que se materializa en sus tres libros, el último de ellos, La chistera azul, sobre 25 palabras claves del lenguaje derechista, a punto de salir del horno. Barcos es también un apasionado de la política y vuelca sus reflexiones sobre ella en su blog El Ultramarinos y en Diario de Noticias.
¿Te quedas con la lectura en tableta o móvil o eres más “romántico” y lees en papel?
Soy un romántico empedernido, para textos largos me quedo con el papel. El mundo digital me aporta conectividad.
Emprendiste por primera vez con 18 años, ¿cómo conseguiste darle solvencia a tu negocio?
Durante un periodo corto de tiempo y una periodicidad ajustada para cubrir costes, mediante publicidad, básicamente.
Te dedicas principalmente a la comunicación corporativa, ¿qué te gusta aportar a tu trabajo a nivel de calidad y de profesionalidad?
En este trabajo hay que aportar argumentos, cuanto más solventes y bien construidos, mejor. Vivo esta profesión con verdadera pasión, la misma ilusión que ponía de niño en editar rudimentarios periódicos con noticias del colegio y venderlos después a mi abuela y a mis tíos. Hoy puedo decir que soy un tipo feliz cuando voy cada mañana a la oficina. Me dicen algunas personas que eso también es una forma de riqueza, y me digo que habrá que hacerles caso.
¿Siguen siendo la comunicación corporativa y el trabajo en gabinetes de prensa una salida medianamente estable para los periodistas?
Es una posible salida, sí, pero nada sencilla, debido a la crisis de tantas instituciones y al número de profesionales que intentamos emprender en este oficio.
¿Qué opinas de los periodistas que no consideran esta vía puro periodismo o que está más al servicio de la empresa que del público que va a seguir esa comunicación?
Tienen una parte de razón. Trabajamos en comunicación corporativa, y ello engloba actividades y enfoques alejados del puro periodismo, aunque considero al mismo tiempo que esos mismos periodistas tienen material de sobra y deberían mirarse en el espejo y hacer autocrítica.
¿Cómo definirías el panorama actual de la política española en pocas líneas?
Es un vertiginoso proceso de transformación en pleno desarrollo en el que uno de los pilares del cambio radica en la comunicación.
¿Crees que todavía se puede hacer mucho por la política a nivel periodístico?
Los primeros que tienen que hacer por la política son los políticos. El periodismo tiene que ofrecer luz y salir más de las trincheras recordando el derecho a la información que nos asiste.
¿Qué te parece el trabajo periodístico que se realiza actualmente a través de medios nativos digitales y de redes sociales en España?
Me parece que está en pleno proceso de afirmación, apuntando ya tendencias. Es muy significativa la visibilidad que está obteniendo Eldiario.es. En las redes el problema que detecto es la progresiva saturación de información que hace materialmente imposible procesar muchas de las cosas buenas que en cada momento ofrece internet.
¿Qué te aporta la escritura de libros que nada tiene que ver con tu trabajo en comunicación corporativa?
Casi todo lo que leo tiene que ver de una u otra manera con mi oficio. Para la escritura de mis dos libros tuvo un papel importante el rastreo de periódicos. Las hemerotecas son un tesoro.
¿Se está haciendo actualmente un buen trabajo en cuanto a escritura de libros sobre investigación periodística?
Creo que hay dos niveles: el académico, muy restringido y, en ocasiones, demasiado abstracto, y libros para todos los públicos, periodistas o consumidores de información con inquietudes sobre la rama.
¿Cuál es el último libro sobre periodismo o comunicación que has leído y cuál recomendarías?
Enfrascado en la finalización de mi tercer libro, La chistera azul, sobre 25 palabras claves del lenguaje derechista, últimamente me he dedicado a releer y consultar libros como el de George Lakoff (Puntos de reflexión. Manual del progresista) o el de José María Izquierdo (Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna). A los Reyes Magos les he pedido el último libro del periodista Gregorio Morán, El cura y los mandarines, sobre la cultura en las últimas cinco décadas en España. Ahora falta por ver si he sido bueno…