Con más de 30 años de carrera profesional a sus espaldas, el periodista Fernando Olmeda (@fernandoolmeda) demuestra cada día que un comunicador debe tocar todos los palos, medios y soportes y, siempre, seguir formándose para poder aportar a la sociedad el mejor trabajo y la más rigurosa información de interés. Olmeda ha sido – por poner algunos ejemplos – locutor en Cadena SER y presentador y redactor de informativos en Telecinco y Telemadrid, además de asesor de comunicación y director de documentales como el premiado El viaje de Carla sobre la vida de la activista LGTB y diputada de la Asamblea de Madrid Carla Antonelli.
¿Qué palabras o qué frases definen mejor lo que significa el periodismo para usted?
Honestidad intelectual y profesional, compromiso ético, responsabilidad social.
¿Cuáles son los momentos más motivadores y también los más difíciles que ha vivido como presentador de informativos a nivel comunicacional?
Todos los momentos son motivadores, desde una gran exclusiva o una noticia de ámbito mundial a una información aparentemente menor. Todo motiva porque todo nos afecta, de una u otra manera. Y hay que contarlo bien. ¿Momentos difíciles? Muchos. Los atentados terroristas, las grandes catástrofes. Inolvidables, el 11-M y el asesinato de mi compañero y amigo José Couso. Pero todos los momentos que uno vive delante de una cámara dejan huella: la caída del muro de Berlín, la guerra de Iraq, el tsunami del sudeste asiático, etc.
¿Cuáles son las claves para hacer un directo durante casi una hora de forma clara y comprensible para el público?
Ordenar las noticias de manera lógica, pero también atractiva, para que el relato sea fluido. Transmitir cada noticia con el tono que requiere. Conocer los temas a fondo por si hay algún fallo técnico y es necesario improvisar. No es suficiente leer bien el ‘teleprompter’. Y, para distinguirse del resto, atreverse a dar un toque personal. En Telecinco, mis informativos tenían una factura diferente -en el marco del estilo que marcaba la cadena-, y por eso muchos espectadores -y también muchos compañeros- los recuerdan como ejemplo de una forma de ofrecer noticias en televisión que ha dejado de verse.
En un mundo dominado por lo digital a nivel informativo. ¿Qué pueden aportar la televisión y la radio, desde su propia experiencia en estos medios, para que no se produzca su progresiva caída?
Hoy en día, las empresas radiofónicas y televisivas dan una importancia máxima a sus webs y a sus apps, produciendo incluso contenidos específicos para esos soportes. Lo digital está plenamente integrado en las nuevas dinámicas multimedia.
Ha dirigido documentales como los biográficos sobre Josep Pla y Rafael Azcona. ¿Qué debe caracterizar a un documental para que sea atractivo al tiempo que interesante e informativo?
Un tema original -o un enfoque nuevo, si es un tema conocido-, un guion sólido -armado con testimonios de peso y un enfoque riguroso del asunto que se aborda-, buenas imágenes a lo largo de todo el metraje -que den continuidad al relato- y una banda sonora que sea significativa, que no sea una simple música de fondo.
Tras tratar la temática de la homosexualidad y de la transexualidad en el documental El viaje de Carla y como ponente para la presentación de varios libros, ¿cuál es el balance que hace de los más de 30 años de lucha por la igualdad desde la llegada de la Democracia española? ¿Queda mucho por hacer todavía por los derechos LGTB a nivel social y legal?
Los españoles tenemos que estar satisfechos por los avances logrados en los últimos años, fruto de la incansable movilización ciudadana y de la voluntad política, cuando se ha dado. Hemos avanzado en términos de igualdad legal y somos un modelo a seguir para muchos países. Pero falta esa ansiada igualdad real, concretada en un perfeccionamiento de la legislación actual y en una mayor concienciación social en relación con la diversidad afectivo-sexual.
¿Qué supone para un periodista acostumbrado a la fugacidad de la noticia televisiva la escritura de un libro?
Es una forma distinta de contar la historia pasada, el mundo que vivimos y observamos, la vida de la que formamos parte. Sin la urgencia de la actualidad, aumenta la capacidad de análisis de los hechos, de las causas y las consecuencias, la identificación de tendencias sociales y de opinión. Y, desde luego, supone un reto. Documentarse bien, ordenar ideas, fabricar un texto con una mirada propia.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado a los libros sobre periodismo escritos por periodistas? ¿Reciben interés?
Me alegro de que haya editores y editoriales (Libros del K.O. es un buen ejemplo, pero hay más) que apuesten no solo por libros sobre periodismo, sino también por periodistas capaces de escribir libros atractivos sobre temas que merecen más extensión que un reportaje en una revista o en un suplemento dominical, y que no encuentran encaje en la edición convencional. Lo que hace falta es que los lectores compren esos libros y los lean.
¿Qué libro sobre periodismo o escrito por un periodista recomendaría?
Me interesan los libros que escriben mis amigos, periodistas a los que admiro. Me interesaron también Crónica y mirada y 80 claves sobre el futuro del periodismo.