El TL y el hashtag #twittervista de la red (social y profesional) de redes se ha refrescado con la juventud, el talento y el aliento emprendedor del periodista barcelonés Sergi Escudero (@sergiescudero). Aunque corto, su recorrido profesional ya ha cubierto medios de diferente índole como La Vanguardia, Canal Català o Montcada Radio, entre otros. Actualmente lucha a través de medios editoriales y alternativos, como el crowdfounding, por desarrollar su proyecto de libro Plazas de Europa y su ópera prima como novelista Abbie.
¿Eres más de lectura en papel o digital? ¿Qué te aporta cada soporte?
Soy más de papel. El digital me permite estar informado permanentemente a través de diferentes medios. Lo utilizo sobre todo para echar vistazos a la realidad. El papel, en cambio, me sirve para profundizar en ella. Por lo que respecta a la ficción, sigo siendo un adicto al papel.
¿Qué debe contener una pieza periodística para tener calidad y, al mismo tiempo, ser interesante o atractiva para el público?
Debe contener toda la información que tiene que saber el lector más la calidad del periodista para explicar de la forma más atractiva posible esa información. Por eso un ciudadano cualquiera nunca podrá hacer el trabajo que ofrece un periodista.
¿Qué opinas del periodismo que se está haciendo actualmente a través de los medios nativos digitales y de las redes sociales?
Hay medios nativos digitales muy interesantes y que sirven para profundizar sobre la realidad sin centrarse en la actualidad pura y dura. Ahí tenemos excelentes proyectos como Frontera D, Jot Down o Periodismo Humano. Tampoco hay que olvidar el proyecto radiofónico El Extrarradio. Han conseguido tener por parte del lector la misma fiabilidad que poseen los medios de comunicación tradicionales gracias a que su profesionalidad es exquisita. Por otra parte, medios como eldiario.es, La Marea o Info Libre aportan visiones muy interesantes sobre la actualidad diaria. Las redes sociales pueden ser muy útiles para los periodistas, es evidente. Gracias a ellas se multiplican las fuentes, aunque muchas veces éstas no suelen ser fiables. Y ahí es donde el periodista tiene que estar atento y hacer su trabajo para evitar crear datos falsos. Lo que sucede es que muchos erran al utilizarlas para conseguir el click fácil y quizá consiguen que se banalice un poco el trabajo del periodista.
Siendo tan joven ya has bebido de la experiencia y de la profesionalidad de medios como La Vanguardia, ¿qué balance haces sobre tu paso por medios tradicionales y digitales?
Aunque critiquemos los intereses por los que se mueven todos los grandes medios (algo totalmente cierto), también se tiene que decir que en ellos se sigue haciendo el mejor periodismo. Sin duda, poder hacer periodismo en uno de ellos supone un enorme aprendizaje que te sirve para todo lo que hagas después. Todo periodista debería pisar alguna vez la redacción de un gran medio.
¿Cómo es la vida de un periodista freelance? ¿Qué aporta esta condición a tus piezas periodísticas?
Ser periodista freelance es vivir al límite. Muchos pseudomedios que pretenden revolucionar el mundo del periodismo te dicen que aceptan tu propuesta de reportaje siempre y cuando sea gratis. Pero que, tranquilo, que así te darás a conocer. A mí me sería imposible pensar que un camionero lleve una mercancía gratis para darse a conocer. Y suena mal, pero gran parte de culpa de que esto suceda la tenemos los jóvenes que hemos aceptado regalar piezas de esta manera. Pero hay que decir que lo maravilloso de ser freelance es que puedes hacer lo que te dé la gana. En mis piezas he hablado de temas que imagino que en un gran medio no hubiese podido tratar tanto como quisiera.
¿Están siendo páginas de crowdfounding como Verkami una buena alternativa para emprender a nivel periodístico?
Sí, son una buena alternativa. Pero conseguir el dinero necesario no es nada fácil y no está al alcance de muchos. Sobre todo, es útil en proyectos en los que intervenga un gran número de personas, porque, al fin y al cabo, los que dan más dinero son tus contactos y familiares. Existen otras formas alternativas como encontrarse periodistas en paro y juntar todos los ahorros para llevar a cabo esa idea que hace tiempo que se pasea por vuestras cabezas y que comentáis siempre que os reunís en un bar.
Tu actual proyecto a través del crowdfounding es el libro Plazas de Europa, ¿qué nos puedes contar sobre él?
Plazas de Europa es un proyecto de libro de viajes por Europa con la singularidad de que se centrará en explicar cómo es la vida en las principales plazas de las ciudades europeas más importantes. Es un proyecto individual y, ése (unido a mi falta de experiencia en proyectos crowdfunding), considero que es uno de los motivos por los que no conseguí el dinero necesario. Así que ahora mismo es un proyecto que está en un periodo de transición, pero que tengo en mente llevar a cabo el próximo año a través de otras vías de financiación.
¿Qué nos puedes acercar sobre Abbie, tu ópera prima como novelista?
Abbie es una novela que escribí el invierno pasado mientras no encontraba demasiado trabajo como periodista. Ahora me encuentro con las correcciones del texto con la editorial (Ediciones Alfar). La previsión es que aparezca publicado a principios del próximo año. El argumento se desarrolla en un bar clandestino de La Barceloneta, el barrio marinero de Barcelona. El protagonista precisamente es un periodista freelance que, un buen día, recibe una información que puede cambiar la historia del país.
¿Algún otro proyecto periodístico que estés llevando a cabo actualmente?
A principios de este año creé un proyecto de periodismo social llamado The Fixer. Aunque conseguí bastantes visitas, lo tuve que cerrar por falta de dinero para continuar. Ahora me centro en los libros y mis piezas para diferentes medios como freelance.
¿Cuál es el panorama actual del sector editorial enfocado a libros publicados por periodistas, desde tu propia experiencia?
La percepción que tengo es que muchos periodistas se están lanzando a escribir libros periodísticos o de ficción mientras se encuentran en paro o en una situación laboral precaria. Es una alternativa atractiva, pero quizá comience a producirse una cierta saturación en el mercado.
¿Cuál es el último libro sobre periodismo que has leído y cuál recomendarías?
El último libro sobre periodismo que he leído es La escritura transparente de William Lyon, publicado recientemente por Libros del KO. Lo recomiendo, por supuesto. Pero si me tengo que quedar con uno es con La banda que escribía torcido de Marc Weingarten, también editado por Libros del KO.
¿Algo más que quieras añadir o que se te haya quedado en el tintero?
Que valoremos nuestro trabajo y no nos regalemos a los medios.