Enamorada de Madrid, de la lectura, del teatro y del rock español, en la vida privada, y periodista, social media freelance, bloguera y docente en la Universidad Francisco de Vitoria, para ejercer profesionalmente. Pero, sobre todo, Laura Zazo (@LauraZazo) es una ferviente defensora de la conciliación familiar y laboral, sobre todo, desde el nacimiento de su primer hijo, que le llevó a descubrir el mundo de la blogosfera y a crear Mamá en la luna.
¿Cómo defines el buen periodismo? ¿Influye en algún momento el soporte para su buena práctica?
El buen periodismo es aquel que trata de buscar la verdad, siempre, sin importar las circunstancias, y que no olvida que lo más importante son las personas. El soporte no importa, solo hay que conocerlo para elaborar de la manera más apropiada los mensajes, pero la buena práctica de la profesión no está marcada por él, un tuit o un reportaje de investigación. Pueden ser igual de loables.
¿Qué te llevó a dedicarte al mundo del periodismo?
Sin duda, desde niña quise ser periodista, nunca me imaginé de otro modo. Por suerte, mis padres compartieron mi sueño y me ayudaron a hacerlo realidad.
¿Qué te da y qué te quita el periodismo?
Me da muchas cosas: satisfacción, alegría, experiencias únicas, la oportunidad de escuchar a personas que de otro modo no habría podido conocer. Y, sin duda, muchos temas de conversación. Quitarme poco, como mucho alguna hora de sueño.
¿Cómo te introdujiste en el mundo de la blogosfera y de una temática tan específica como es la de maternidad e infancia? ¿Se puede llegar a vivir de un blog o, al menos, extraerle rendimiento económico?
Soy una apasionada de las nuevas tecnologías y hace muchos años encaminé mis pasos profesionales hacia el entorno digital. Decidí que quería tener un blog y simplemente uní mis dos pasiones: mi hijo y el periodismo. Una mamá en la luna nació de manera natural, lo considero parte de mí. Vivir solo del blog lo veo muy difícil, pero sí se le puede sacar rendimiento económico. Lo importante, al menos en mi caso, es tener clara la prioridad: mis lectores. A partir de ahí, siendo sincera, siempre con ellos estoy abierta a la publicidad, aunque no es mi principal objetivo.
¿Cuál es el objetivo principal de tu blog?
Contar mis experiencias en el mundo de la maternidad, compartir información con otros padres, poner voz a situaciones y personas que tienen cosas interesantes que decir y, a nivel más personal, hacerle este pequeño regalo a mi hijo. Me gusta pensar que cuando crezca lo leerá y podrá sentir al menos una milésima parte del amor que siento por él. Quiero pensar que nuestras vivencias le acompañarán siempre a través del blog, que algún día entenderá la persona tan maravillosa y especial que es para mí y cómo su nacimiento me cambió por completo y le dio un nuevo sentido a mi vida. Y a partir del mes que viene, que volveré a ser madre, se une otra personita más a la que dedicar mis pensamientos.
¿Qué te hace ser “una mamá en la luna”?
Mi hijo, sin duda. El blog es otra manera de compartir momentos juntos. Él me hace vivir en la luna, con sus sonrisas, sus ocurrencias, sus locuras y su amor incondicional.
¿Cómo consigues conciliar tu vida familiar con la laboral? ¿Es fácil ser madre y periodista?
Se puede ser todo lo que uno se proponga pero hay que priorizar y recordar que no somos súper héroes. Yo concilio porque tengo una madre maravillosa con la que cuento a diario. Sin ella sería imposible hacer las mil cosas que siempre tengo entre manos. Desde hace un año compagino mi trabajo como freelance con las clases en la universidad y con un máster en la Complutense para doctorarme. Por desgracia, hay que hacer muchos malabarismos cada día para poder estar en todas partes y mi marido y yo somos muy afortunados porque contamos con una familia que nos ayuda a conseguirlo. Como dice el proverbio, para criar a un niño hace falta la tribu entera.
¿Se hace buen periodismo en los medios digitales? ¿Y en las redes sociales?
Por supuesto, se puede hacer buen periodismo en cualquier medio y conseguirlo debe ser el objetivo de todo profesional. Hagas lo que hagas, en cualquier ámbito de la vida, hay que intentar siempre hacerlo lo mejor posible y eso pasa por ser honestos e implicarnos. Yo soy una apasionada de las redes sociales y estoy convencida de que se puede hacer un gran periodismo en ellas. Esta profesión requiere alma, verdad, precisión y reflexión, pero los periodistas tenemos que estar cerca de nuestros lectores, y en la actualidad muchos de ellos están en las redes sociales. Tenemos que ser capaces de ofrecerles en 140 caracteres una información atractiva, clara y precisa que les genere la necesidad de querer saber más. Y entonces, sí, darles reflexión y análisis.
¿En qué se debería trabajar más para mejorar la calidad y la confianza del público en el periodismo?
Tenemos que recuperar la confianza del público, desligarnos de las presiones políticas y económicas y recuperar la independencia. Esto suena utópico en un mundo tan globalizado, pero el periodismo ha pasado de ser un contrapoder a convertirse en un poder más. Eso debe cambiar e Internet nos puede ayudar a conseguirlo. No hay que ser ingenuos, es obvio que siempre habrá intereses económicos detrás de los medios, pero no podemos permitir que esos intereses los gobiernen.
¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?
Estoy trabajando en una investigación sobre periodismo y redes sociales y el último libro que he utilizado ha sido Innovaciones periodísticas en las redes sociales de Mariano Cebrián y Jesús Flores. Sobre periodismo recomendaría muchísimos: A sangre fría de Truman Capote, Una historia personal (la biografía de Katherine Graham, editora de The Washinton Post), Ébano de Kapuściński, Crónicas de Ramala de Amira Hass O Las muertas de Juárez de Víctor Ronquillo. Imposible elegir uno.