El periodista Manuel Guisande (@manuelguisande) encuentra tiempo en su carrera profesional para hacer reír a los lectores a través del blog de humor Al fondo a la derecha. También ha llevado recientemente ese estado de ánimo a las librerías con Relatos de absurdo contenido (Ediciones Ellago, 2015). Pero lo que de verdad le apasiona en los últimos años, sobre todo desde que nacieron sus hijas, es la escritura de cuentos infantiles, de los que ha surgido uno de los personajes más entrañables para padres e hijos del panorama editorial español, Rodribico.
¿Cómo definirías el buen periodismo?
Desde que los poderes económicos se dieron cuenta de la importancia del periodismo, hará unos 25 años, e invirtieron en él, el periodismo no existe, ni bueno ni malo. El periodismo es divertido, entretenido, pero nada serio. Una de las informaciones típicas y transcendentes suele ser que se van a pintar los pasos… ya me dirás, ¿qué quieren, no pintarlos y que atropellen a la gente?
¿Qué han supuesto los soportes digitales para evitar el anclaje de medios tradicionales como la prensa, la radio y la televisión en desactualizadas formas de dirigirse a su público y de responder a sus necesidades?
Hoy en día creo más en los digitales que en los periódicos tradicionales, que son auténticos panfletos de los partidos políticos o poderes económicos, especialmente los de tirada nacional. Los de provincias son más «independientes».
Llevas adelante el blog Al fondo a la derecha. ¿Es posible poner una sonrisa en el lector a través del periodismo? ¿De qué manera lo consigues?
A través de reportajes, en lo que llamamos reportajes humanos, puedes hacer sonreír al lector porque las noticias son tan asépticas que parecen salidas de un quirófano. De todos modos, el periodismo es información; para creatividad está la literatura, pero algún guiño al lector se podría hacer.
Eres el creador de uno de los personajes más entrañables de la literatura infantil española, Rodribico. ¿Cómo nace y qué tiene de tu vena periodística?
Yo, como todo padre, les contaba cuentos a mis hijas. Pero los escritores de cuentos no se dan cuenta de que los padres también llegamos cansados de trabajar, y los cuentos que querían que les leyera eran más largos que El Quijote. Entonces, con el fin de seguir vivo, decidí inventarlos. Tratan de un pájaro, Rodribico, que viven en un nido, sale de él, descubre el mundo, es muy aventurero y luego vuelve al nido a dormir, así lo acaba cuando quería. Son cuentos que nada tiene que ver con el pis, caca, culo. Rodribico es muy educado y transmite valores positivos. Los cuentos, lo único que tienen en común con el periodismo, es que llevan vocales y consonantes, después… bueno, la paginación.
¿Qué aporta un periodista como tú a la literatura infantil? ¿Con qué la nutres a nivel narrativo, informativo, etc.?
Quizás aporte la experiencia de haber vivido muchas cosas, de cuando haces periodismo de calle, y la nutro de algunas vivencias, pero no muchas ya que para escribir cuentos infantiles tienes que tratar con niños, aunque he tratado con políticos y personajes que tenían como dos años, pero yo escribo para los de tres en adelante.
¿Cómo te enfrentas a la escritura de un libro? ¿Es más complicado que plantearse la redacción de un artículo periodístico?
Para escribir necesito no pensar, si pienso la he fastidiado. Pero para mí no pensar es sencillo porque desde 1958, que es cuando nací, ya estoy acostumbrado. Me vienen chispazos, ideas y las desarrollo. La suerte que tengo es que siempre la primera idea es el principio de un cuento, de un artículo, de un relato, y la segunda idea el final, con lo cual no lucho pensando los finales. A mí escribir no me cuesta nada y prefiero la naturalidad y lo espontáneo que algo perfectamente escrito y manoseado.
¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado en los periodistas que escriben sobre periodismo o sobre ficción? ¿Reciben interés?
Un periodista tiene la ventaja de que por el medio de comunicación en el que trabaje, más o menos es conocido y, de alguna manera, tiene más facilidades para publicar, pero tampoco muchas. Lo complicado es el primer libro, los otros ya es más sencillo. Quieras o no, aunque seas mal escritor tienes un público.
¿Cuál es el último libro escrito por un periodista que has leído, ya sea sobre periodismo o no, y que recomendarías?
El último que leí fue Peor habría sido tener que trabajar, del periodista José Yoldi. Es entretenido y muy cierto lo que dice, aunque parezcan situaciones increíbles, pero los que hemos vivido del periodismo sabemos bien que todo es posible.