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“Quedan aún años de precariedad en los medios de comunicación”

“Escribir información política requiere de esfuerzo y de conocimiento”
“Escribir información política requiere de esfuerzo y de conocimiento”. Foto: Pablo Vázquez/APM

La Asociación de la Prensa de Madrid (@aprensamadrid) realiza año tras año una defensa incansable de los derechos de los periodistas que tantas veces se han visto vulnerados tanto dentro como fuera del sector de la comunicación. Su presidenta, Carmen del Riego (@CarmendelRiego), cronista política de La Vanguardia, tiene clara la necesidad de esta protección que permita a los profesionales de la información desarrollar su oficio de la manera más limpia, digna y respetable posible.

¿Qué es importante tener en cuenta a la hora de trabajar la información política y parlamentaria?

Lo más importante es ser consciente de la trascendencia que tiene la información política y parlamentaria, porque con ella los ciudadanos podrán formarse una opinión que les permita ejercer de forma más responsable sus derechos civiles y políticos. Además, un periodista debe saber que la información parlamentaria o política no es el lugar donde expresar la opinión política de quien se dedica a ese tipo de información, que es ciudadano político, y no periodista, cuando vota en las elecciones. Pero cuando es periodista su opinión no debe importar ni influir.

¿Se hace actualmente un buen periodismo político y parlamentario en nuestro país?

Como en todo, generalizar es injusto, pero yo que llevo 30 años haciendo información política y parlamentaria puedo decir que desde hace ya demasiados años se da más valor a las declaraciones de los políticos que a la información política, y es más fácil reproducir una declaración que explicar una información, lo que requiere más esfuerzo y conocimiento.

¿De qué manera se pueden hacer comprensibles estos géneros periodísticos para un público generalista?

En la información política y parlamentaria, de la que forman parte también los ciudadanos, es decir, el público generalista, es fácil que los ciudadanos sepan de qué se les está hablando, porque la política forma parte de sus vidas. Ya se sabe que en una reunión de redactores jefe de un diario, los que salen peor parados son los jefes de deportes y de política, porque todos saben y opinan sobre deportes y política. Sobre cultura o economía suelen  callarse los demás y se lo dejan a los que saben. Lo que sí hay que hacer es ser muy claro, y no dejarse llevar por la verborrea de los políticos, eso y un poco de pedagogía sobre los términos menos comprensibles.

¿Cuál es el futuro de la política española?

Desde que se recuperó la democracia en 1977, el futuro de la política española será lo que los españoles quieran, como lo ha sido siempre.

¿De qué manera trabajáis desde la APM por la defensa de los derechos y obligaciones de los periodistas madrileños?

La defensa de los derechos de los periodistas es nuestra principal preocupación y trabajamos prestando amparo, denunciando, intermediando con las empresas, ofreciendo servicio jurídico gratuito, al que tienen derecho todos nuestros asociados, en todo lo que tenga que ver con el ejercicio del periodismo, y cuestiones laborales, y haciendo pronunciamientos públicos que muchas veces favorecen los intereses de los periodistas que sufren problemas en el ejercicio de la profesión. Las obligaciones, que se resumen en el cumplimiento del código ético que la APM y la FAPE hemos aprobado, se ponen de manifiesto en las condenas que la Comisión de Arbitraje, Queja y Deontología hace a través de sus resoluciones, aparte de las denuncias de malas prácticas que como organización profesional emitimos.

¿Cuál es el futuro de los periodistas españoles?

Una vez se supere la crisis económica, que algún día sucederá, quedará pendiente la crisis del periodismo, del modelo de negocio de los medios de comunicación, del que dependerá nuestro futuro, que no será muy distinto del de los periodistas de otros muchos lugares del mundo que, con crisis económica o sin ella, están sufriendo la de los medios de comunicación, provocada sobre todo por las nuevas tecnologías. Creo que quedan aún años de precariedad en los medios de comunicación y creo también que el “trabajo en digital” no es tanto un problema de trabajar en un medio digital como sí de no saber qué queremos que sea el periodismo, en digital y en papel.

¿Qué opinas acerca del cierre de RTVV y de la responsabilidad de la política valenciana en ello?

Han sido claros los pronunciamientos de la APM sobre el cierre de la RTVV, pese a ser un medio que queda fuera de la jurisdicción (podríamos decir) de la APM, y que no distan mucho del que también expresamos con motivo del ERE de Telemadrid. No es otro que la defensa de las televisiones públicas, pero unas televisiones públicas austeras, con unos medios adecuados para el cumplimiento del servicio que les es consustancial, que es ejercer una información de servicio público para los ciudadanos a los que se dirige. Respecto a la responsabilidad política en la situación de la RTVV anterior a su cierre y el que derivó en ese cierre es indiscutible.

¿Qué han supuesto las nuevas tecnologías, los soportes digitales y las redes sociales para la calidad y el valor de la información periodística?

Las nuevas tecnologías y los soportes digitales han contribuido de una manera muy favorable en las posibilidades de hacer periodismo y en la forma en la que los ciudadanos se han acercado a esa información, ha supuesto una revolución que no solo ha provocado esa crisis de modelo al que antes me refería, sino que ha contribuido a hacer de la información periodística algo cada vez más necesario para poder discernir la información de lo que no lo es, para explicar los datos, para poder acercar la cantidad de información a la que tienen acceso los ciudadanos. Las redes sociales son distintas, creo que su contribución ha sido perjudicial para la información, porque las posibilidades de crear rumores que lleguen más pronto a los ciudadanos sin poder interceptarlos, y donde se puede esconder la propaganda en forma de información, donde se puede ejercer presión sobre los periodistas, y donde el anonimato es un elemento contra el que el periodista tiene también que luchar, son mucho mayores.

¿Cuál es el panorama actual del mundo editorial enfocado a los libros sobre periodismo escritos por periodistas? ¿Reciben interés?

No es un panorama muy halagüeño. No parece que interesen mucho, ni siquiera a los periodistas, los libros sobre periodismo, que se venden poco. Y menos, por supuesto, al público en general. La proliferación de libros no sobre periodismo, sino de periodistas, ha sido perjudicial para esa industria editorial. La rapidez con la que hoy ejercemos el periodismo nos impide hacer las reflexiones que merece contener un libro sobre esta profesión.

¿Qué libro sobre periodismo recomendarías?

Los elementos del periodismo de Bill Kovach.