“The Cuckoo’s Calling” de Gabriel Galbraith
Una novela negra se debe, en gran medida, a su puesta en escena. Por eso el escenario escogido tiene una influencia tan grande en el resultado. Lo importante no es la realidad sino el realismo. Qué importa que nunca llueva en el sur de California, Marlowe no sería el mismo sin la gabardina. Porque esa lluvia constante que acentúa el desamparo del huelebraguetas era imprescindible para la épica y para la condenación. Bien lo sabía Chandler.
Sin embargo hay ocasiones en las que el escritor apenas debe fabular nada, porque el escenario le brinda todos los elementos necesarios para una puesta en escena brillante. Ciudades implacables en las que la historia, la geografía urbana e incluso la climatología parecen alinearse disponiendo el perfecto escenario para una novela negra. Y Londres es, sin duda alguna, una de esas ciudades. Continue Reading