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“Los periodistas debemos seguir apostando por exigir espacio a la especialización”

"Un buen gabinete de prensa debe dar respuesta siempre, aunque sea para decir que no"
“Un buen gabinete de prensa debe dar respuesta siempre, aunque sea para decir que no”

Abrir el camino a la información especializada es una tarea necesaria en los medios de comunicación y en el enriquecimiento del periodismo generalista, ya que es de interés para la sociedad, como sucede con los temas sobre salud. En este arduo trabajo se halla la periodista Isabel Perancho (@iperancho) como directora general de Planner media (@planner_media), consultora especializada en información sanitaria. Hemos tenido la oportunidad de compartir impresiones con una profesional apasionada, concienciada y vocacional que apuesta por el periodismo colaborativo en sinergia con especialistas de diversas materias.

Te defines como una periodista de salud. ¿Por qué te especializaste en este campo?

La especialización se produjo por casualidad. Empecé a aproximarme a los temas de salud y medicina haciendo información de política sanitaria en un periódico asturiano. Lo cierto es que me enganchó enseguida. En aquella época se hablaba poco de estos temas y me resultó apasionante. Me aporta conocimiento y, sobre todo aprendizaje constante. La medicina es un terreno en evolución permanente en el que la innovación es fundamental. Se trata de una información muy técnica en la que la especialización es un requisito imprescindible para informar con rigor. En este sentido, una buena información puede colaborar a una toma de decisión correcta en cuestiones de salud. Es uno de los temas informativos que más interés despierta en la población a tenor de las encuestas, muy por delante, por ejemplo, de la política. Sin embargo, a la vista está que los medios no le dedican un espacio acorde con ese interés.

¿Cuál es el panorama actual del periodismo de salud en España?

El periodismo de salud ha sido una de las víctimas destacadas de la crisis de los medios. Vivió unos años de bonanza durante los 90 y la primera década de los 2000 en los que se incrementó el espacio que dedicaban los medios a estos temas. En esa época, sobre todo en las redacciones de cobertura nacional, se formó una generación de periodistas especializados que gozaron de tiempo, medios y libertad para informar con rigor y abordar estos temas complejos con suficientes recursos. Aún hoy quedan algunos suplementos de salud y medicina en grandes cabeceras, pero varios han desaparecido. Muchas secciones de salud han sido fagocitadas por otras y sus periodistas ya no se dedican en exclusiva a estas cuestiones, lo que va en detrimento de la especialización. La prensa especializada en medicina es hoy prácticamente residual. La crisis ha tenido consecuencias nefastas sobre el negocio periodístico en general y sobre el periodismo especializado en particular. La salud nunca ha sido una de las secciones “estrella” de los medios, como lo son la política, la economía o los deportes.

¿Se trabajan bien los temas de salud en los medios generalistas o pasan a un segundo plano? ¿Qué interesa más en estos medios en cuanto a salud?

Habitualmente son temas de segundo plano, pero tienen sus momentos de portada, por ejemplo, cuando se produce un gran avance, como el descubrimiento de un nuevo tratamiento o hechos como la clonación de la oveja Dolly; cuando se desata una alarma sanitaria, como ha ocurrido con el virus Ébola, o se produce una movilización social, como recientemente se ha visto con los pacientes que demandan el acceso a un nuevo tratamiento para la hepatitis C. Son cuestiones que despiertan un elevado interés en la audiencia. No obstante, en general, las noticias sobre política sanitaria predominan sobre las de medicina y salud.

El compromiso y necesidad de mejora del periodismo de salud te llevó a formar parte de Planner Media. ¿De qué manera trabajáis por esta rama del periodismo a través de la empresa y del blog Planneando en salud?

Planner Media es una consultora especializada en el área de la salud que desde hace más de 25 años colabora con empresas, instituciones, organizaciones y colectivos profesionales y sociales para facilitar el intercambio de información en este campo. En este sentido, los medios y los periodistas son interlocutores fundamentales y mantenemos una relación permanente con ellos basada en la transparencia, el respeto, la profesionalidad y la confianza. Y esto último no es una frase hecha, realmente es la receta de “éxito” de nuestra forma de hacer. El rigor con el que manejamos la información y la actitud de colaboración permanente de los miembros de nuestro equipo, la mayoría de él integrado por profesionales que antes trabajaron como periodistas especializados en los medios, han sido reconocidos por muchos periodistas, algo que nos llena de satisfacción. En cuanto a nuestro blog Planneando en salud, que va para su quinto año de vida, fue una apuesta por explorar qué está ofreciendo el entorno online a la información de salud. Lo cierto es que está resultando un ejercicio apasionante por la riqueza de iniciativas, proyectos y profesionales, periodistas y no periodistas, interesados en la divulgación sanitaria que día a día descubrimos en este ámbito.

¿Crees que se hace actualmente un buen trabajo de gabinete en los centros de salud españoles?

Se ha avanzado mucho al incorporar periodistas como interlocutores para los medios en muchos centros, ya que facilitan la tarea a sus compañeros y contribuyen a ofrecer una información fidedigna. Pero también es cierto que, en algunos casos, el efecto que se ha conseguido no era el esperado en términos de acceso a la información. Un buen gabinete de prensa debe dar respuesta siempre, aunque sea para decir que no, que ya es una respuesta.

¿Cómo defines el buen periodismo en general? ¿Influye en algún momento el soporte para su buena práctica?

El buen periodismo no ha cambiado, aunque ahora parezca estar en crisis. Es el de siempre, el que sigue la metodología periodística que exige rigor, honestidad, humildad, acreditar la veracidad de la información y desechar su publicación si no se está absolutamente seguro, comprobar las fuentes, investigar y estudiar sin descanso, no tender al espectáculo ni a la exageración, no generar falsas expectativas, no olvidar, en el caso del periodismo de salud, de incluir información sobre potenciales efectos adversos. En definitiva, escribir pensando en el lector y en la utilidad que pueda tener para la audiencia la información; no únicamente en un buen titular o una posible portada. Respecto a los soportes, todos son válidos. El canal no es lo importante, lo es el contenido, aunque es cierto que, en función del primero, es necesario adaptar el segundo. Pero ello no significa que se deba renunciar u omitir ninguno de los pasos comentados. Una noticia breve debe ser tan rigurosa como una larga. Se habla mucho de la calidad de la información sobre salud en internet y precisamente este entorno ofrece enormes posibilidades para mejorarla a través de la hipertextualidad, del enlace a sitios de referencia acreditados o el contacto con profesionales de prestigio.

¿Se hace buen periodismo en los medios digitales? ¿Y en las redes sociales?

Hay de todo. Bueno y menos bueno. El problema del medio digital es esa tensión por publicar y actualizar constantemente que, en ocasiones, dificulta profundizar en las informaciones y contextualizar los temas. En la información de salud esto es arriesgado, porque suele tratar temas sensibles, que suscitan mucho interés y generan expectativa, y muchas veces requieren reposo, reflexión y buscar las mejores fuentes, que no siempre son las primeras a las que se acude. Esto se complica cuanto menos especializado es el periodista. Entonces el riesgo de error es alto. Las redes sociales facilitan el acceso a mucha información de interés, mucha de ella en plataformas de profesionales y organizaciones sanitarias, pero también hay mucho ruido. Hay que saber a quién seguir, quién está ofreciendo información fiable y de confianza. Y esto tampoco es fácil. Hoy el periodismo con mayúsculas tiene que ser multiplataforma o transmedia. Es difícil encontrar toda la información en un solo sitio, pero la hipertextualidad y el multiformato ofrecen unas posibilidades inéditas hasta ahora.

¿Qué cualidades debe tener un buen tuit informativo?

No es fácil ofrecer información limitada por 140 caracteres, pero sí aportar un buen titular y un enlace a un buen sitio que lo desarrolle. Y también es posible ofrecer buena información con una cadena de tuits apoyados en un hashtag que ayude a dar contexto. Twitter es un contenedor inmenso, su utilidad depende de la habilidad que cada cual desarrolle a la hora de darle uso. En mi caso, es una herramienta tremendamente útil para encontrar profesionales que ofrecen información relevante, entrar en contacto con ellos y para mantenerme al día en diferentes áreas de interés.

¿Todavía le queda mucha guerra por dar a los medios tradicionales o nos dirigimos hacia una migración total con dirección al digital?

Me inclino por lo segundo, pero creo que evolucionaremos hacia la recuperación del periodismo “tradicional” en soporte digital. Es decir, encontraremos más contenido desarrollado, con mayor profundidad, con enlaces a otros contenidos complementarios, con opiniones de expertos de referencia acreditados, con contenidos mutiformato (vídeo, infografía…), con opción de interacción a través de redes sociales, con posibilidad de incluir opiniones de los lectores a la información si estas son pertinentes. Es lo que se denomina noticias de final abierto, enriquecidas con el conocimiento colectivo de la audiencia. Todavía no estamos ahí, pero me temo que hacía allí vamos. Veo, por ejemplo, espacio para un buen suplemento digital de salud y medicina con este enfoque.

¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?

Emprender en periodismo, de Bárbara Yuste y Marga Cabrera, que intenta dar respuesta a las preguntas de alumnos cuestionando el futuro del periodismo y la falta de trabajo en grandes medios. Hace un repaso interesante a las posibilidades del entorno digital y se hace eco de ejemplos de periodistas que han reenfocado su trayectoria desarrollando nuevos proyectos en este ámbito.

¿Algo más que te apetezca añadir, destacar o valorar?

Un mensaje positivo: creo firmemente en el futuro del periodismo. No es el periodismo el que ha entrado en crisis, sino el negocio de las empresas periodísticas que ha lastrado el quehacer de los profesionales. Es fundamental que esto quede claro, porque en ocasiones se confunde una cosa con la otra. El  oficio periodístico ha sido, es y será necesario siempre y los buenos profesionales también. Lo que se necesita ahora son buenos proyectos y emprendedores con conocimiento del oficio que sean capaces de entender que el periodismo podrá ser un negocio sostenible, pero no rutilante, aunque durante un tiempo lo haya sido, porque siempre incomodará al poder. Los periodistas debemos seguir apostando por exigir espacio a la especialización. Y otro aspecto en el que creo firmemente es en el de las sinergias y alianzas entre profesionales en la información en salud y medicina: la colaboración entre periodistas y profesionales sanitarios abre un universo de posibilidades.