El periodista y cómico Eugeni Alemany (@EugeniAlemany) conquistó el pasado martes 26 de mayo a los asistentes a la presentación de Temporada de cizaña de Marcos García Martí en la Librería Leo con su humor irreverente y fresco (tanto o más que la camisa de gambas y bogavantes que lució con descaro) sobre el panorama actual de la Comunitat Valenciana y el futuro de una posible televisión autonómica. Alemany es conocido por su larga etapa como conductor de diversos programas de la televisión autonómica valenciana Canal 9, su paso como reportero por el ya desaparecido Caiga quien caiga de Telecinco y por sus espectáculos teatrales en clave humorística. Recientemente fue trending topic en Twitter por llevar su propuesta del emoji de la paella para WhatsApp a Silicon Valley.
¿Cómo van las gestiones de la paella?
Estamos en la cola, va por orden de llegada, pero todavía no nos han dado una negativa. Ha sido una acción muy divertida y entretenida con la que he tratado de hacer comunidad a partir de Wikipaella, la asociación sin ánimo de lucro para el conocimiento y reconocimiento de las auténticas paellas.
¿Da juego la novela negra para hablar sobre temas escabrosos?
Sí, una novela es una catarsis, una forma de sacarse demonios. Sirve para poder decir cosas que como periodista no puedes contar.
Haciendo referencia a la comparación que haces en el prólogo de Temporada de cizaña, ¿cuántas capas de chocolate y de tiramisú harían falta para levantar RTVV?
Ya no hablaría de capas, sino de crear mini cupcakes y con puestos que no duren eternamente aunque estén descatalogados: no puedes ser funcionario de lo mismo toda la vida. Habría que hacer una fórmula en la que se contara sobre todo con empresas privadas. Sería hacer un acordeón con dos lados fijos (los puestos de administración) y lo del centro que fuera fluctuando, cambiando.
Con el cambio de gobierno valenciano, protagonizado por el PSPV y Compromís, ¿crees que se podría abrir de nuevo RTVV de forma simbólica el próximo 9 d’octubre como adelantaron ellos?
Es imposible, tendría que estar listo todo ya. Hace falta una lluvia de ideas, plantear qué hace falta, qué sobra, qué personas son necesarias y cuáles no. Algo mucho más pequeño, interactivo y digital, del siglo XXI, conectado con la gente joven: en un iPhone hoy en día se podría hacer una televisión estupenda. También habría que tener en cuenta la red de medios locales y comarcales existentes y apostar de verdad por la lengua valenciana.
¿Y qué mantendrías del modelo anterior?
Se hicieron muy buenos programas, pero siempre fue un canal de abuelas. Dejaría de lado tanta corrupción y trataría de hacer algo de calidad.
¿Recomiendas un libro escrito por un periodista? (No vale el de Marcos García Martí).
Me decanto por Barbaritats valencianes!, de Xavi Castillo, donde hace un sumario de los últimos siete años de la Comunitat Valenciana.