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“Internet ha marcado un antes y un después en la vida profesional”

Carmela Ríos. Entrevista 360 Grados Libros
“Vivimos un momento de efervescencia con medios nuevos y los ya existentes están modificando sus formas de trabajar”

Los dispositivos móviles han supuesto una revolución para el mundo del periodismo como oportunidad de soporte de lectura, audición, visualización y captura de información de comunicadores y del resto de la sociedad. La periodista Carmela Ríos (@carmelarios) se encuentra a la búsqueda de estas nuevas narrativas y es también responsable de redes sociales en el diario El Mundo.

¿Cómo definirías el buen periodismo en pocas palabras?

El buen periodismo es aquel que cumple la vocación de servicio público que es inherente a la profesión y que se asienta sobre las tres funciones que hemos aprendido en las facultades de Periodismo: es aquel que informa, forma y entretiene.

¿Cuál es la última reflexión con el periodismo como base que has iniciado, social o laboralmente, con la coletilla “jugaba en el Betis…”?

Esa coletilla es perfecta para introducir un matiz de incredulidad en mitad de una conversación o para quitarle hierro a los halagos exagerados. La tengo tan interiorizada que la utilizo todo el rato.

¿Qué ha supuesto Internet en tu vida profesional?

No sólo en la mía. Internet ha marcado un antes y un después en la vida profesional de todos. En el caso de los periodistas el cambio es revolucionario porque nos ha dado acceso a una ingente cantidad de información, contactos, datos, direcciones, personas. Nos permite hacer muchas más cosas en periodismo y llegar a públicos a los que hace 25 años ni siquiera podíamos poner cara.

¿Qué beneficios aporta el mundo digital, las redes sociales y los dispositivos móviles a aquellas personas que nos dedicamos al mundo de la comunicación y del periodismo?

Otra pequeña revolución. Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles han sido determinantes para que pudiéramos acceder a otra era de la comunicación y del periodismo donde la interacción es reina y los muros entre lenguajes que existían entre los medios han desaparecido. Todos podemos hacer de todo.

¿Cómo valoras la adaptación durante los últimos años del periodismo a las nuevas tecnologías y a Internet? ¿Crees que se hace buen periodismo digital?

En España hay magníficos casos de periodismo digital y, sobre todo, vivimos un momento de efervescencia con medios nuevos y los ya existentes están modificando sus formas de trabajar al tiempo que los periodistas interiorizan que vamos a vivir en el cambio permanente y en la necesidad de aprender.

¿Cualquiera puede escribir profesionalmente en medios digitales y en redes sociales?

Lo más importante es hacer una buena gimnasia narrativa, es decir, identificar en cada ocasión cada cobertura, cada previsión, cuál es la mejor forma de contar las cosas y cuál el mejor soporte para difundirlo.

¿Qué objetivos crees que aún quedan por alcanzar y barreras por superar en el campo del supuesto periodismo digital para poder hablar realmente de periodismo digital como tal?

No creo que nunca alcancemos la meta: las herramientas cambian a tal velocidad que estamos obligados permanentemente a conocer estos cambios y a preguntarnos cómo podemos incorporarlos a nuestras rutinas profesionales.

¿Crees que existen actualmente buenos periodistas digitales?

Existen muchos buenos periodistas digitales que están haciendo un trabajo excelente tanto desde las direcciones de los medios como en el terreno. Trabajo con varios en El Mundo como Virginia Pérez Alonso o Javier Gómez, o Carlos Hernanz de El Confidencial. Me gusta el trabajo de Mikel Ayestarán o fuera de España soy muy fan de Jonathan Miller.

¿Cómo crees que está el sector editorial en el campo de los libros sobre periodismo escritos por periodistas?

Creo que este tipo de libro tiene siempre buena aceptación y son muy necesarios.

¿Cuál es el último libro sobre periodismo o escrito por un periodista que has leído?

Tengo encima de la mesilla el libro Reportero, de David Remnick, director del New Yorker, pero aún no he empezado.