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“La inmediatez periodística de Internet no debe ser enemiga de la rigurosidad”

"El periodismo cumple una labor esencial en la creación de esa sociedad más informada, más consciente de sus derechos, pero también de su responsabilidad para tomar decisiones fundamentadas"
“El periodismo cumple una labor esencial en la creación de esa sociedad más informada, más consciente de sus derechos, pero también de su responsabilidad para tomar decisiones fundamentadas”

Necesidad comunicativa y pasión por la escritura. Cuántas veces habrán convergido estos dos sentimientos en aquellos que nos dedicamos al periodismo para definir nuestros primeros pasos por esta “dura e ingrata” profesión, como la definió hace unos días Borja Ventura (@borjaventura). En esta ocasión, la periodista María Gómez (@mariagomez), gran activa en redes sociales y comprometida con el periodismo social y con el derecho a la información de los ciudadanos, ha cumplido también con esta definición vocacional de su labor como comunicadora.

Gómez ha recorrido diferentes medios, tanto tradicionales como digitales, desde Diario Sur de Málaga e Ideal de Granada hasta Plus.es, pasando por agencias de medios, gabinetes de prensa, evaluación científica o la formación online. Actualmente acompaña el desarrollo de los Social Media y la reputación en Internet desde ROI UP Agency.

-  ¿Cómo defines el buen periodismo?

El buen periodismo es aquel que se rige por la rigurosidad, la profesionalidad, el que se hace contrastando la información, las fuentes, que parte del análisis y que es capaz de ejercerse por encima de los intereses políticos y mercantiles (como la publicidad) y, sobre todo, de la manipulación y el sensacionalismo. Sin olvidarse de esa función de servicio público a la sociedad.

- ¿Qué debe y qué no debe tener un titular?

Creo que debemos tener siempre en mente las bases del periodismo, responder a las preguntas esenciales (aquellas 5 W) en la medida de lo posible. Me cuestan esos titulares que incluyen valoraciones cuando estamos hablando de información.

-  ¿Se practica un buen periodismo en los medios digitales? ¿Qué cualidades debe tener un tuit informativo?

Se hace buen periodismo en general. Creo que aún estamos adaptándonos al medio digital, a las redes sociales, y debemos encontrar la forma de que la inmediatez que se “exige” no sea enemiga de la rigurosidad. Y que la cercanía y la multidireccionalidad entre comunicadores y receptores no desvirtúe tampoco la esencia de la profesión. Es una cuestión de adaptación, de estar abiertos a esa conversación, a ese intercambio, sin perder de vista tampoco la profesionalidad. Un tuit informativo debe ser preciso, condensar la esencia de la noticia, dar las claves que permitan al lector tener una imagen de lo que ha sucedido y que le inciten a querer conocer más a través del link.

- ¿Qué te llevó a dedicarte al mundo del periodismo?

Me llevó la necesidad de comunicarme y mi pasión por la escritura. El periodismo me permitía explorar todas las vías de comunicación y ejercer una profesión muy versátil, en contacto con la actualidad y con una visión global sobre otras disciplinas.

- ¿Qué te da y qué te quita el periodismo?

El periodismo me da una perspectiva crítica con la que miro alrededor, el sentimiento de pertenencia a una profesión con una gran responsabilidad ante la sociedad. Una oportunidad de aportar en las transformaciones sociales y ser testigos directos e interlocutores del día a día, de la historia. Me ha enseñado también que hay muchas formas de hacer periodismo y que, al final, estamos tratando de compartir con otros lo que ocurre, desde diferentes ángulos, todos con sus objetivos y sus intereses, pero al fin y al cabo, también lícitos. De ahí la responsabilidad a la hora de ejercer de interlocutores. Pero también me ha hecho ser más escéptica, más desconfiada en general. Me ha quitado parte de esa inocencia con la que al principio ejerces para ver cómo los intereses económicos y no sólo los políticos determinan la agenda.

- ¿Es necesario un compromiso férreo e incansable con la sociedad y con sus derechos a la hora de ejercer como periodista?

Sí, de manera absoluta. Partiendo de la base del ejercicio de una profesión con una vocación de servicio es importante tener ese compromiso con la sociedad a la que se provee ese servicio. Para mí ese derecho a saber, a tener acceso a la información es fundamental para construir una sociedad más equilibrada, más justa, más adulta también. El periodismo tiene una labor fundamental en la creación de esa sociedad más informada, más consciente de sus derechos pero también de su responsabilidad, que sea capaz de tomar decisiones fundamentadas.

- ¿Por qué te enfocaste hacia el mundo digital después de haber trabajado en medios tradicionales?

Era el momento en que nacía el entonces llamado “periodismo online” o “periodismo digital”. Quería estar al tanto de las últimas tendencias, tener el conocimiento necesario de hacia dónde iba el periodismo y las herramientas necesarias para adaptarme y evitar el “salto generacional”. Para mí seguía siendo periodismo solo que en un entorno nuevo que debía explorar en tanto que estaba empezando a implantarse (y ya lo estaba haciendo en otros países).

- ¿Es necesaria una migración absoluta al digital, tanto por parte de periodistas como de lectores, o todavía les queda mucha guerra por dar a los medios tradicionales?

No lo creo. Lo cierto es que creo que estamos aún a mitad de camino en la convergencia entre lo digital y lo tradicional. Hay medios que igual se están adaptando mejor a lo digital: el caso de la televisión o la radio, y otros como la prensa, aún están tratando de encontrar la forma de rentabilizar tanto los canales tradicionales como los digitales. Nos enfrentamos a dos cuestiones: por un lado, el tema de la rentabilidad y, por otro, el problema de adecuar la comunicación al canal. Ofrecer la información de la forma más rentable en el sentido económico, pero también en el sentido de sacarle el mayor beneficio al canal. En este caso, creo que aún es necesaria una transformación de lo tradicional y, también, de cómo estamos utilizando los canales digitales, pensando también en el rango diferencial del usuario, en cómo consumen esa información los jóvenes, por ejemplo, o los mayores.

- ¿Cuál ha sido la aportación del trabajo del social media manager al oficio de periodista?

Flexibilidad a la hora de entender las diferentes necesidades de los usuarios, del “lector”. Es una lección diaria de la necesidad de adaptación, de entender el canal en el que nos movemos y de que todo, en realidad, es comunicación. Es también un recordatorio del respeto que debemos a los que están al otro lado, de hacernos saber lo importante que es escuchar y lo importante que es ser rigurosos con lo que contamos. Lo que tengo muy claro es que la facilidad de acceso a la información, el “empoderamiento” del ciudadano en este mundo digital y de los medios sociales requiere también una revisión de cómo estamos comunicando, requiere de una labor más de editor para guiar y educar en la gestión de toda esa información. Y esa función de editor conlleva una responsabilidad brutal.

- ¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo y cuál recomendarías?

Aunque ahora no está de actualidad, uno de los últimos que he leído ha sido el de Ben Bradlee, La vida de un periodista. Creo que es una buena forma de tener perspectiva sobre la historia y sobre los avatares de nuestra profesión. Y ahora tengo encima de la mesa a mi querido Peláez. Historias de un periodista de provincias, de David Barreiro, un libro al que le tenía muchas ganas. Es ya un libro imprescindible, mi café mañanero, la sonrisa, el toque ácido sobre la actualidad, refrescante. Acabo de empezarlo y me lo quiero beber poquito a poco.