El biólogo, ensayista y periodista Martí Domínguez (@MartiDominguezR) combina la docencia universitaria y la publicación de artículos y libros sobre botánica y entomología con la dirección de la revista de divulgación científica Mètode. Por sus obras de narrativa ha recibido premios como el Andròmina, el Joan Crexells o el Josep Pla.
¿Has migrado a la lectura de prensa a través de la tableta o del móvil o todavía eres de los que (simbólicamente) se pringan las yemas de los dedos pasando páginas de papel?
Sí, no he tenido más remedio. Tiene poco sentido informarse por la edición impresa cuando la digital tiene mayor actualidad y muchas veces también más contenido. Los medios no han sabido conciliar las dos ediciones.
¿Cómo definirías el buen periodismo?
Aquel que es honesto e imparcial, donde impera la racionalidad y donde, como diría Montaigne, el periodista se pone en el lugar del otro.
¿Qué tiene de gratificante la investigación y la docencia?
La investigación es básica para una buena docencia. También lo es la práctica periodística. La investigación es gratificante porque produce conocimiento. La docencia, porque divulgas lo que has aprendido. Y un profesor nunca sabe dónde acaba su influencia.
¿Crees que es más complicado explicar a tus alumnos universitarios lo que es el buen periodismo científico o practicarlo en tus publicaciones?
Ambas cosas son necesarias. Yo hablo desde el estudio académico y desde la praxis periodística. Cultivo todos los géneros: columna, entrevista, reportaje, editorial. También la creación literaria. Tengo opinión propia y transmito lo que he aprendido desde esa mezcla de intereses varios.
¿Se hace un buen periodismo científico en los medios generalistas españoles? ¿Y en los especializados?
En general, no. El País y El Mundo tienen buenos periodistas, pero dedican poco espacio. La Vanguardia también cada vez menos. ¿Especializados? Hay muy pocos: la revista Quercus es modélica en la divulgación de la naturaleza y no está bastante reconocida. Y, evidentemente, Mètode.
¿Qué es importante tener en cuenta para confeccionar un artículo divulgativo sobre ciencia atractivo y de calidad?
Saber de qué hablas y tener estilo propio. Hay que conciliar la información científica con la creatividad literaria.
Un clásico: ¿es preferible un periodista especializado en ciencia para escribir sobre ella o un científico con conocimientos sobre escritura periodística?
Depende del medio. Si es uno generalista, quizá mejor un periodista bien informado, que desarrolle su agenda de científicos. Si es una revista especializada, el rigor científico es fundamental, y ahí quizá sí que es básica la formación.
¿Existe esperanza para el periodismo a través de los medios nativos digitales o los tradicionales adaptados – o no – al digital ofrecen buenas prácticas periodísticas todavía? ¿Qué queda por hacer en periodismo?
Claro que existe esperanza. Hay ejemplos muy solventes de nuevos medios. No obstante, quizá no es tanto un problema del periodista como de la sociedad, que no entiende la necesidad de consumir información veraz e independiente. Este país es aún demasiado de fast-media: de información basura.
¿Cuál es el panorama actual del sector editorial en el campo de los libros sobre divulgación científica? ¿Reciben interés?
Poco interés, la verdad. Me sorprende lo poco recensionados que son en la prensa. Y se publican títulos de mucha calidad, con excelentes traducciones. Lo que más se vende es, como siempre, lo peor de lo peor.
¿Cuál es el último libro que has leído sobre periodismo o escrito por un periodista y cuál recomendarías?
Estoy leyendo Genes de papel: genética, retórica y periodismo en el diario El País (1976-2006), de Matiana González Silva, un interesante estudio sobre la percepción pública de la genética, con ejemplos divertidos de sensacionalismo mediático.